Normalmente no os hablaríamos de Perfect Sense de no contar con dos valores añadidos. El primero de ellos tiene que con su argumento, que se plantea como una historia de amor tradicional entre un cocinero y una epidemióloga, pero que transcurre en un contexto apocalíptico donde un virus está acabando con la humanidad. Cuanto menos interesante.
El segundo de ellos es más evidente, y es que solo hay que echar un vistazo a Eva Green para quedarse maravillados con una belleza que además es equiparable a su talento. Más o menos lo mismo que afirma el público femenino de Ewan McGregor, es decir, tenemos una pareja ganadora.