Lucas González Amorosino, hoy con 26 años, jugó al fútbol hasta los 16. Hizo inferiores en Independiente, estuvo a punto de firmar con Lanús pero cambió de opinión y eligió la ovalada.
“Si bien el fútbol es un juego en equipo, es una carrera muy solitaria, con mucha competencia, y opté por mis amigos y por el rugby. Creo que no me equivoqué”, afirmó hace un año, en una nota con Cancha Llena.
En el deporte de los noventa minutos actuaba como enganche. Ahora se desempeña como fullback. El jugador del Montpellier de Francia fue uno de los Pumas que el sábado pasado se dio el lujo de medirse ante los campeones del mundo: los All Blacks.
La carrera de González Amorosino en el rugby comenzó en Pucará y, antes de recalar en su actual equipo, también pasó por Leicester de Inglaterra.
“No me costó decidirme. Me gustaba mucho el fútbol, pero no pensaba en salvarme económicamente”, afirmó Lucas en 2011, cuando también se animó a contar su mejor gol: “Le pegué de zurda, de afuera del área y la clavé al lado del palo”.