En ninguno de esos dos casos hubo denuncias de posibles abusos hacia él, porque las víctimas no quisieron revelar en su momento lo sucedido. Algunos de aquellos menores, hoy adultos, han sido entrevistados por los investigadores de la Policía Nacional que han detenido al presunto pederasta. Unos pocos han revelado que el ahora arrestado llegó a hacerles propuestas de contenido sexual, mientras que otros han preferido no recordar sucesos que, penalmente, incluso han prescrito, por lo que no pueden sustanciarse en un proceso legal. Eso sí, han servido para acabar de dibujar el perfil del sospechoso, una de las razones por las que la Fiscalía solicitó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, del supuesto autor de los abusos sexuales a tres chicos, dos hermanos de 14 años y otro menor más, de 12 años y sin relación con los anteriores.
Tal como publicó ayer este periódico, el acusado ya había sido detenido en 2007 por abusar de otros menores, lo que supuso que un juez dictara una orden de alejamiento que se extinguió en 2012.
Tras esta última detención, la Policía Nacional realizó un registro en el domicilio del sospechoso, así como en la sede de una organización de voluntariado en la que participan los padres, de donde los agentes se llevaron un ordenador que solía utilizar el imputado. La juez de Instrucción número 1 de Quart de Poblet ordenará el volcado de los archivos de ese dispositivo para saber si contiene conversaciones con menores o pornografía infantil.
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