Ex-esposa de Juan Arango: confiesa sus bienes, infidelidad y maltrato #Futbol #Venezuela

Publicado el 18 mayo 2017 por Laregaderaweb @RegaderaWeb

A finales del 2013, el futbolista venezolano Juan Arango decide irse de la casa donde vivía junto a su familia, en la ciudad de Düsseldorf, Alemania, tras múltiples desencuentros con su entonces esposa, Laurys Tortolero.

Durante esos días, mientras jugaba para el equipo Borussia Mönchengladbach, perteneciente a la Bundesliga teutona, se hospedó en un hotel por espacio de seis meses. Todo parecía haber llegado al final de un matrimonio que permaneció casi inalterable, por unos 12 años.

A pesar a estar rodeada de comodidades y lujos, Tortolero resuelve regresar a Venezuela, pues pensaba que su vida allá, sin el respaldo de Arango, no tenía mayor sentido. Más aun, cuando estaba sola en la casa con sus dos hijos: Jauryns Fernanda y Juan Fernando, hoy con 15 y 11 años de edad, respectivamente.


En entrevista exclusiva con Ciudad VLC, Tortolero aclara que la decisión de divorciarse fue tomada, en principio, por ambos. Ella consideraba que ya no había vuelta atrás en una relación en la que las infidelidades de Arango se hacían cada vez más recurrentes, al punto que paralelamente tuvo un hijo, de nombre Diego Fernando, con la instructora fitness alemana, Vanessa Zimermann.

Tortolero, en su versión, sostiene que tanto ella como Arango acordaron llevar la "fiesta en paz", en plena ruptura, en aras de no alterar la tranquilidad de sus hijos. Para los trámites convinieron evitar "peleas legales", pero no fue así: Arango buscó -según ella- perjudicar a Tortolero, al punto de hostigarla con constantes comunicaciones.

Tortolero enfatiza que la disolución fue llevada a un plano contencioso debido a la asesoría de los abogados de Arango y la decisión de él mismo. Pese a no contar con cinco años de separación, el maracayero de la "zurda de oro" buscó que el divorcio se hiciera basado en el artículo 185-A del Código Civil. Ante este escenario, Tortolero optó por rechazar el divorcio, ya que las condiciones que le planteó el deportista buscaban lesionar los acuerdos conversados previamente.

El cambio de conducta -de acuerdo a su percepción- ocurrió a los pocos días de haber llegado al estado Zulia, donde Arango vestiría la camiseta de su nueva oncena: Zulia Fútbol Club, equipo en el que también tendría acciones como propietario.

"En este caso, se violaron todos mis derechos. Como mujer, como madre, esposa; pero él resolvió todo a su favor con solamente decir: 'Yo soy Juan Arango, soy figura pública, ya yo tengo todo hecho y lo tengo comprado'", manifiesta Tortolero, para referirse al carácter parcializado que presuntamente habría tenido el Tribunal Quinto de Primera Instancia de Mediación Sustanciación y Ejecución de Carabobo.

"Él me llamó por teléfono y me dijo: 'Tú puedes ser mujer y podrás tener las leyes a tu favor, pero yo soy Juan Arango y con eso nadie va a poder", revela Tortolero, con ciertos vestigios de indignación.


Tortolero cuenta que ha recibido llamadas anónimas amenazantes. Mujeres y hombres se comunican con ella desde números desconocidos para calificarla de "ambiciosa". Averiguan qué hace, quién la asesora y le hacen exhortaciones para que firme los documentos, como invitándola a "negociar". "'No exijas tanto', me dicen".


Arango, durante su matrimonio con Tortolero, adquirió varias propiedades en el exterior y, por su puesto, en Venezuela. Posee al menos seis casas y apartamentos, distribuidos en Estados Unidos, Alemania, España, México..., así como unos cinco vehículos de lujo. No obstante, Tortolero desconoce qué otros bienes llevan su nombre. Afirma que por ley le toca el 50% del patrimonio total, adquirido durante la sociedad conyugal.

"Él quiere vender todo. Él lo que quiere es que nosotros no tengamos nada. Nos quiere dejar en la calle", advierte Tortolero.


-¿Cómo te consta ti que él quiere que ustedes no tengan nada?

-Él antes les daba a sus hijos 12 mil dólares mensuales y ahora les da mil. Sus hijos antes llevaban una vida muy ostentosa gracias a él.


Los momentos y vivencias difíciles casi siempre parecen dejar huellas imborrables en los protagonistas. Muchos asumen estos instantes con mayor fortaleza, mientras que otros optan por tratar de borrarlos de la memoria, para que no hagan mella en el estado de ánimo.

Cuando Tortolero se refiere a las "duras etapas" vividas durante la unión con Arango, la tristeza se apodera de su mirada. Por más que trate de contener las emociones, sus ojos, que parecieran ver más allá de lo superficial, ceden al arribo de algunas lágrimas.

Mientras acaricia su frente con sutileza, Tortolero revela que sufrió, en dos oportunidades, agresiones físicas por parte de Arango. Recuerda que la primera de ellas fue cuando le descubrió un romance con la excandidata a la Alcaldía de Chacao en 2008, Samantha Quintero.

Relata que, durante la boda del futbolista venezolano, Tomás Rincón, el 28 de diciembre de 2011, le descubrió unos mensajes subidos de tono a Arango, que le había enviado Quintero. Tortolero se retiró del lugar de la fiesta, en la Isla de Los Roques, ya que divisó la presencia de Quintero a los pocos minutos de aquel descubrimiento. Respiró profundo, contó hasta 10 y prefirió irse a la habitación del hotel.

Al amanecer, Tortolero fue a resolver otros asuntos familiares, pero cuando regresó a su alojamiento se percató que Arango sostenía una amena conversación por teléfono. La incertidumbre embargó su humanidad y de improvisto le arrebató el aparato a su entonces marido. Del otro lado del auricular, después de tres preguntas formuladas, Quintero reconoció ser "la amante de Arango".

El centrocampista, motivado por la ira, tomó por el cuello a Tortolero y la pegó contra la pared. Entre gritos insultantes le propinó dos certeros golpes en la cara. Ella, con mucha dificultad, se zafó y se trasladó hasta la cocina. Agarró un sartén por el mango y le pegó con él en la cabeza. Arango, un tanto aturdido por el impacto, decidió perseguirla hasta que la alcanzó. La empujó contra el carro y le ordenó a Tortolero no inmiscuirse más en sus asuntos.


Valiéndose de algunas informaciones que recibe y las supuestas irregularidades en el expediente en el cual está sintetizado su caso, Tortolero cree que la sentencia GP02-J-2016-006060, que favorecería a Arango, tiene que ser revisada por instancias legales superiores. Considera que la parcialidad del tribunal hacia el futbolista respondería a supuestos sobornos que este habría realizado a determinadas autoridades judiciales, pese a que no posee pruebas que sustenten su hipótesis.

De acuerdo a su versión, el pago -que alcanzaría unos 10 millones de bolívares- habría sido entregado por los colaboradores de Arango, para evitar inmiscuirlo directamente en el presunto delito.


"Hay dinero de por medio para beneficiarlo porque, obviamente, él es Juan Arango, capitán eterno de la selección nacional", refiere Tortolero, con tono irónico.

"¿Qué tiene que salir a decir ahora que está en contra de la violencia? Que no más esto, que no más lo otro, si se la pasa en Estados Unidos. A ti no te importa Venezuela, a ti no te importa lo que están pasando tus hijos, porque tú estás disfrutando, pero tú no sabes qué les pasa a tus hijos y te llenas la boca en una red social para decirle al Gobierno: 'Ya basta de violencia'".


Hija de Arango: "Tribunales falsearon mis declaraciones"


La hija de Juan Arango, Jauryns Fernanda, aseguró que las declaraciones que ella emitió el pasado 13 de febrero de este año, en la sala de espera de niños, niñas y adolescentes, del Circuito Penal de Carabobo, fueron sacadas de contexto, a objeto de favorecer legalmente al futbolista.

"¡Eso no fue lo que yo dije! Dije que yo quería que se divorciaran, pero de manera justa", contó la joven estudiante de quinto año bachillerato, en conversación con Ciudad VLC.

Jauryns Fernanda cree que sus derechos legales fueron violados durante la entrevista en el tribunal, pues -afirma-, estaba sola con la secretaría nada más, pese a que en el acta GP02-J-2016-006060 señala que se encontraba presente la juez, durante la toma del testimonio.

"Ella (la secretaria) empezó a escribir y no me dejó leer nada después. Solo me dijo: 'Firma aquí rapidito y ya está'", refirió.

El citado documento, en efecto, evidencia la firma de Jauryns Fernanda y la de la secretaría, Carmen Elena Jiménez. No obstante, en el espacio donde debía estar la rúbrica de la jueza que llevaba la causa, Eduarda Gil, permanece en blanco, solo con el sello de la institución.

Frente a este caso, el equipo de defensores de Laurys Tortolero considera que se está en presencia de una presunta irregularidad, pues Jauryns Fernanda debió estar acompañada en ese momento por un fiscal del Ministerio Público, debido a su condición de menor de edad.


Laurys Tortolero es una de las valencianas que hoy a sus 34 años podría decir que conoce el fútbol, tanto como a ella misma. Esa afinidad por el campo, las arquerías y los balones quizás fue transmitida genéticamente por su padre, Argenis Tortolero, quien fuera conocido en Carabobo por su pasión y reverencia hacia el balompié.

Dos de sus hermanos, William y Héctor, salieron profesionales en esta área. Ella, a los 13 años, no se quería quedar atrás y quiso incursionar en la selección femenina, pero su progenitor frustró aquel sueño y le encomendó que se dedicara a los estudios.


Con el tiempo, ella se olvidó de aquella atracción, porque cedió ante la premisa machista que reserva el fútbol a los hombres y, más bien, se dedicó a brindarle respaldo a quien más adelante se convertiría en el padre de sus dos hijos.

Otra de sus pasiones es la santería. Es fiel creyente del sincretismo afrodescendiente "para lo bueno", pero descarta que sus dogmas tengan vinculación con la denominada "magia negra".


En la actualidad, se desempeña aún como administradora y encargada de la "Fundación Juan Arango", perteneciente a Empresas Polar, ubicada en San Joaquín, estado Carabobo.

En cuanto al ámbito sentimental, Tortolero comenta que permanece soltera, pero no minimiza la posibilidad de iniciar una relación formal más adelante. Eso sí, con una persona que no tenga nexos directos con el fútbol.