Ex-president

Por Enviado Del 74 @enviado74

"El lujoso Club de Campo Villa de Madrid costeó en 2001 casi 300 horas de clases particulares de golf al entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, y a su familia por valor de 1.947.773 pesetas".

      Querido y recordado "Ex-president" D. José María Aznar. En su tiempo gratamente recordado por "su par"  y antiguo amigo de la hermandad golfista el sr. Bush, ex-president también de EE.UU. que no entendió el "palabro" y aquí en la España del golfo pérsico, ser golpista no era ser conocedor del deporte del palo que golpea una bola. Lo suyo fue más bien, no dar palo al agua y tocar las bolas del pueblo que lo votó. Lo sé, lo sé, es más lo sabemos todos.. la culpa es del traductor de Google, no se hable más.
     Seguimos todos los españoles encandilados con el discursito que hace unos días dejó en las retinas de los telespectadores a espaldas de su partido popular y de su actual presidente Mariano Rajoy. Aún no entiendo porqué quiere crear conflicto dentro de su partido. ¿No estará buscando volver a la política, verdad?, que no digo que durante su mandato usted lo hiciera mal, Dios me libre; pero tampoco se puede decir que lo hiciera bien. Claro, que viendo como lo están haciendo sus predecesores, le recuerdo con nostalgia y hasta con cariño.
     De las cosas que recuerdo de usted, no sólo fue que les puso una casilla en la declaración de la Renta a la iglesia católica, lo que consiguió en parte el favor y el voto de la Iglesia, sino también sus escapadas a la Casa Blanca con entrada gratuita al museo del Pentágono para toda su familia. Usted como mucho sólo podía ofrecer la nueva ubicación del Club de la Comedia, en Moncloa.
Ahora, está visto que los viajes los pagábamos los españoles con nuestros impuestos y con unos sobres sin matasellos que cobraban los de su partido por aquel entonces y que repartía un jovenzuelo llamado Luis Bárcenas. Conseguimos gracias a usted lo que muy pocos gobernantes europeos consiguieron por aquel entonces: el respeto internacional del resto de europeos así como de los estadounidenses. ¿Qué era España hasta entonces?, ¿nos consideraban mexicanos o lo que Windows denomina "español latino"?, no éramos más que España y Portugal juntas, como dijeron una vez los franceses: "África comienza en los Pirineos". Pero a partir de ofrecer nuestras bases en España para echar una mano a guerras emprendidas por el "hermano Bush", España dejó de ser una "Don Nadie", para convertirse en "Fuerza Aliada Rebelde". Era como la guerra de las galaxias pero con el bando ganador y más potente a tu espalda. Y eso, sr. Aznar, pese a quien pese, lo hemos perdido.
    Hemos perdido tantas cosas, sr. Aznar, que cuando usted habla de bajar los impuestos, hablando en plata, se nos caen las bragas a las españolas. Me pareció volver a escuchar cuando el pueblo por la calle, le gritaba: ¡GUAPO!. Y cuando se le preguntó si volvería a la política, usted contestó que se debía a su país, a su partido y a los españoles, me dieron ganas de ir a anular el voto al PSOE de las últimas elecciones para dárselo a usted.
    Al menos, dentro de sus limitaciones (que las tiene) dio un hilo de esperanza al pueblo. Con mentiras o falsedades, pero pareció franco. Al menos cambió los discursos que venimos recibiendo desde hace 5 años, como el comúnmente conocido: "¿Crisis? quién dijo crisis.. ¿recesión? si hemos conseguido superávit!.. o el mejor de todos: Estamos en la dirección adecuada para salir de la crisis", como tanto le gusta decir a su repudiado Rajoy cada vez que tiene una cumbre en la montaña de Bruselas. Porque en eso se ha convertido Bruselas para España, en una cumbre de alta montaña, donde para llegar hay que hacer escala primero en Alemania y pedir permiso a la señora Merkel, que gracias a ella la prima ha estado con calzas durante meses.
    Si algún día decide volver, sepa usted que tanto los de izquierdas como los de derechas, veríamos con buenos ojos alguien como usted, acostumbrado a coger el dinero de las arcas públicas pero con estilo, dándonos la oportunidad como en "Matrix" (pinche en la palabra) de tomarnos la pastilla y olvidarlo todo: éramos más felices. Seguiremos sus andanzas, como las del Quijote no tienen desperdicio.