Ocho candidatos entran en la fase final de un proceso de selección para una importante corporación. La prueba consiste en contestar una sola pregunta en una habitación donde los ocho candidatos estarán juntos, encerrados, sin ventanas al exterior y custodiados por un agente de seguridad. Tan sólo se les impone tres reglas: no dirigirse nunca al agente de seguridad, no romper o estropear la hoja que se les facilita para contestar la pregunta y no abandonar la habitación durante los ochenta minutos que dura la prueba.
Exam es la ópera prima del británico Stuart Hazeldine y reconozco que lo que me empujó a echarle un vistazo fue su sinopsis. En cuanto leí el argumento vinieron a mi cabeza ecos de películas como Cube (Vincenzo Natali, 1997) o El Método (Marcelo Piñeyro, 2005), e incluso si vemos el trailer podemos atisbar algo de Saw (James Wan, 2004). Lo cierto es que alguna deuda si que tiene con los dos primeros films nombrados y poco o nada le debe a la historia de terror de Jigsaw...
Para empezar, es una historia que gira en torno a ocho personas encerradas en un cuarto y una única motivación común. Eso hace que buena parte del peso de la película se sustente sobre esos ocho actores, con resultados realmente irregulares, resultando algunos mucho más creibles que otros. Los personajes (que evitan sus nombres verdaderos y se refieren unos a otros con motes alusivos a su etnica, como Blanco, Negro, Rubia, Morena...) son claros estereotipos y personificaciones de diferentes tipos de personalidad, con lo que de entrada tenemos el primer movimiento forzado en una selección así. Además, la profundización psicológica es dispar, profunda en algunos individuos y apenas sugerida en otros.
En el camino hemos dejado atrás momentos de tensión, situaciones de todo tipo (incluyendo algunas realmente inverosímiles) e incluso una subtrama paralela que en ningún momento termina de romper y nunca termina de posicionarse en un primer plano: al parecer la historia transcurre en un momento en el que el mundo se está viendo azotado por una pandemia vírica que está diezmando a la población. ¿Tiene relación con la historia? Sí, más o menos... ¿Es imprescindible? No, para nada...
En definitiva, es un buen debut para un director novel, que a buen seguro limará en un futuro esos detalles que hace de Exam una película tan irregular. Una buena idea, bien llevada a cabo por momentos, pero que en ocasiones resulta predecible, y cae en lo fácil y lo cómodo cuando, sinceramente, era una historia que podía haber dado mucho más de sí.