Excepciones sin reglas

Por Aceituno

Hoy no va a ser mi gran noche. No va a pasar nada ni habrá ningún misterio. La canción de Raphael no va conmigo, no está hecha para un tipo como yo, entre otras cosas porque así como yo, somos pocos y este tipo de canciones están pensadas para aproximarse a las multitudes, no a las excepciones.

Hoy por hoy, eso es lo que soy: una excepción.

Algo de lo que casi nunca hablo es de mis sentimientos más íntimos en cuanto hombre, en cuanto a macho que debe proteger el hogar y defender a la familia. Seguramente no hablo de ello porque me resulta doloroso admitir que ese hombre no existe, se esfumó con el tumor y nunca más volverá. Lo que queda de él es una tenue sombra de lo que fue. Nada más. No estoy en condiciones de cuidar de nadie ni de defender a nadie, no puedo proporcionar alimentos ni cobijo. A veces incluso me cuesta proporcionar abrazos.

A mi edad es una putada porque se supone que todavía no me toca iniciar la cuenta regresiva hacia la muerte, hay demasiada gente que seguramente querría disfrutarme todavía un poco más aunque debe ser poca porque mucha de ella se ha escondido y no sé nada de nada. Yo creo que es porque le tienen miedo a la verdad y no sabrían cómo comportarse ni qué decirme. En cualquier caso no están y eso me apena profundamente. Seguramente sea culpa mía porque les he ido alejando de mí y ahora que los necesito pues ya es tarde, qué le vamos a hacer.

Sí me gustaría dejar de ser una excepción y conocer a alguien en una situación parecida a la mía, es decir, con unos 40 años y con un cáncer diagnosticado hace medio año. Y si es un cáncer parecido al mío pues mucho mejor. Me encantaría compartir experiencias, hablar del malestar de la quimio y del dolor neuropático del tumor, del rechazo al contacto con otras personas y de nuestra merma como hombres y defensores del hogar. Parece un anacronismo, pero no lo es. Es feo ver que, de un día para otro, tu lugar en el mundo ya no es tal y todo se tambalea. Hay algo ancestral que hace que los hombres seamos más fuertes que las mujeres y ese algo, en mi caso, se esfumó, así que debo acostumbrarme a mi nuevo rol. Suerte que a mi lado tengo a una súper chica que me saca adelante que si no…

Si soy la excepción es porque debe haber una regla. De ese modo yo sería quien la confirmase, pero no sé cuál es. Me parece que, sobre tumores, no hay reglas y sí excepciones.

Extraño mundo éste.