La entrada Excepciones veganas o cuándo renunciar al veganismo, escrita por Joseph de la Paz apareció por primera vez en Vitamina Vegana.
Este artículo fue publicado en 2015 en otro blog personal, ya inactivo. Lo escribí en un tono reivindicativo con algo de cachondeo… La idea: en qué situaciones hay que dejar de ser vegano. Hoy, preparándome para el podcast de Veganismo sobre las vacunas del covid bajo una perspectiva vegana, me he acordado de esto y así lo republico aquí.
Al fin y al cabo, la misma Vegan Society explica el veganismo como la exclusión de toda forma de explotación y crueldad a los animales —”en la medida de lo posible y lo practicable”. Es importante recordar que la imperfección también es valiosa y nos acerca a nuestro objetivo.
6 situaciones no cotidianas para reflexionar sobre el veganismo
A veces no se puede conseguir lo que uno quiere. Hay imprevistos, razones de fuerza mayor y situaciones que no podemos controlar. En esos casos hay que pasar por el aro…
Al ser vegano, pasa lo mismo. Puedes tener tus principios y tus ideas muy claras, pero no siempre se puede. A veces, hay que ser flexible. Existen las excepciones al veganismo. Veamos algunos casos en los que sería aceptable violar los principios del veganismo.
- Estás paseando por la selva tranquilamente cuando de repente aparece un tigre, te enseña sus colmillos y empieza a correr hacia ti. Más vale que tengas un arma para defenderte y matarlo. El tigre tiene hambre, no seas su comida.
- Eres un náufrago en una pequeña isla donde no encuentras lo que comer. Espero que seas capaz de atrapar algún pez en la playa con las manos o con tu camiseta, o que logres cazar a algún pobre conejo que pase por ahí. No te mueras de hambre.
- Estás comprando en un supermercado, entran unos terroristas, toman rehenes y se atrincheran durante varios días. Tú te escondes en uno de los cuartos del almacén donde solo hay latas de atún. Come, quédate en silencio y sé fuerte.
- En medio de una excursión por la fría Kamchatka, empieza una tormenta de nieve y perdéis todo vuestro equipaje y material para acampar. Encontráis la guarida de un oso polar pero sabéis que si lo despertáis no os va a invitar a dormir a su lado. Es o él o vosotros. Un refugio, una buena manta blanca con manchas rojas y comida están en juego. Actuad en consecuencia y tened cuidado.
- Tu mejor amigo está grávemente enfermo del corazón. Todos los médicos del mundo se reúnen y concluyen unánimemente que el único remedio posible es trasplantarle urgentemente un corazón de zebra. Busca a la zebra más cercana que tengas y llévala a la sala de operaciones.
- Vives en la selva y un día te encuentras a un bebé recién nacido llorando con hambre. Ni rastro de su madre. Tampoco hay otras mujeres cerca. Pero te das cuenta que hay una mona observando en silencio desde un árbol con su monito en brazos. Habla con ella, y consigue que amamante al bebé.
Situaciones para aplicar el veganismo
Nuestra ética y sentido de la justicia nos dictan que no le hagamos daño a ningún ser vivo a menos que no tengamos otra alternativa. A menos que sea cuestión de vida o muerte. Legítima defensa. Instinto de supervivencia.
Y sin embargo, millones de animales mueren cada día en el mundo a manos del hombre por motivos que no tienen nada que ver con nuestra supervivencia. Carnes, pieles, leche, huevos, experimentos, corridas de toros… Nada de eso es necesario.
En algunas situaciones extremas, como las enumeradas antes, o cuando nuestra vida está en juego, si hay que hacer algo, incluso si no nos gusta, se hace.
Para todo lo demás, veganismo.
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