Esta mañana escuchaba en la televisión pública una entrevista a José Bono, Presidente del Congreso de los Diputados. En un cierto momento citó a Winston Churchill, cuando le preguntaron lo que opinaba de los franceses. Su respuesta fue: No sé, no los conozco a todos.
Catedral de León
(JMBigas, Junio 2011)
Pues igual me pasa a mí con los leoneses. Por aquellos con los que tengo o he tenido trato, y son bastantes, porque son emigrantes de tradición y en Madrid, por ejemplo, hay muchos, diría que son la gente más fiera de su tierra, más nacionalista, que conozco. Existen el chorizo y la morcilla (de León, por supuesto), y luego otros embutidos que se producen en otras tierras. O los vinos del Bierzo, que son los mejores tintos (de mencía) del mundo; o los Vinos Tierra de León, con su variedad autóctona Prieto Picudo. Porque la provincia de León es como un país entero, pues tiene de todo: el Bierzo, esa cazuela geográfica que les une con Galicia; o ese Norte de alta montaña con los Picos de Europa; o el páramo, o las Médulas. En fin, cualquier leonés puede estar horas hablando de su tierra y de lo que allí se puede ver, se produce o se puede comer o beber.De todas formas, si os quieren convencer de comer botillo, mejor resistiros, porque ese es raramente un ejercicio indoloro, y acostumbra a tener efectos ciertamente duraderos sobre el aparato procesador de alimentos.Aunque ya había estado en alguna otra ocasión y conocía un poco León capital, aproveché la existencia de la Línea de Alta Velocidad hasta Valladolid, para realizar una excursión turístico-ferroviaria-gastronómica a León, el primer martes de Junio. Desde Madrid existen diariamente varios trenes Alvia que realizan el trayecto hasta León o Gijón. El trayecto hasta León dura algo más de dos horas y media. A medida se vaya completando, en los próximos años, la LAV del Noroeste, este tiempo será progresivamente menor, supongo que para quedarse en poco más de una hora y media.
Tren Alvia, estacionado en León
(JMBigas, Junio 2011)
De Madrid, los trenes hacia esa zona salen de la Estación de Chamartín. Como ya cité en otra ocasión, está actualmente en construcción el Túnel de Alta Velocidad que unirá en el futuro la Estación de Chamartín con Puerta de Atocha. En el futuro, pues, este Corredor Noroeste estará comunicado con los corredores de Alta Velocidad ya existentes, como los de Sevilla-Málaga, Cuenca-Albacete-Valencia, Zaragoza-Barcelona, o los futuros con Extremadura-Lisboa u otros.Reservé billete en un tren Alvia que salía de Madrid-Chamartín en torno a las once de la mañana, para llegar a León hacia la una y media. En clase Turista pagué algo más de cuarenta euros por el trayecto. Por el mismo precio, con una tarifa más atractiva, conseguí una plaza de Preferente para la vuelta a Madrid, saliendo de León a las ocho y minutos de la tarde. Hay que tener en cuenta que un trayecto en Preferente significa restauración incluida en el asiento (una cena correcta, en mi caso, con un botellín de Mayor de Castilla) y, además, hasta 24 horas de parking gratuito en la Estación de Chamartín. El aparcamiento allí cuesta casi treinta euros para una jornada, por lo que mi negocio fue excelente.Los trenes Alvia están compuestos por material de Alta Velocidad, con capacidad de adaptación del ancho de ruedas, lo que les permite circular tanto por la red convencional como por la de Alta Velocidad (de ancho internacional). El tren salió de Chamartín hacia el Norte, dirección a la Sierra de Guadarrama, que cruza mediante un par de túneles. En menos de quince minutos, cruzó un primer túnel (unos 4 minutos) a 200 Km/h, y a continuación otro más largo (7 minutos). Cuando yo todavía estaba sorprendido de lo lejos que quedaba Segovia, el tren ya estaba parando en Valladolid Campo Grande (en algo menos de una hora desde la salida de Madrid).
Nueva estación de León
(JMBigas, Junio 2011)
A la salida de Valladolid pasó por la zona de cambio de ancho de ruedas, y siguió por la ruta convencional, a buena velocidad (140 Km/h) la mayor parte del recorrido, por Venta de Baños, Palencia y finalmente León, adonde llegamos en torno a las dos menos veinte de la tarde. Esta zona está casi completamente en obras, preparando la futura LAV que seguirá desde Valladolid hasta León y Galicia.La nueva estación de León (construida cruzando la calle respecto a la antigua, actualmente cerrada al público) es terminal y está en la calle Astorga, justo al otro lado del río Bernesga respecto al centro de la ciudad. El tren siguió su camino hacia Gijón, saliendo de la estación por donde había entrado.La víspera y esa misma mañana el tiempo estuvo lluvioso en Madrid. Pero las previsiones indicaban que por el Oeste iba a mejorar el tiempo, por lo que me me arriesgué y no llevé conmigo ni paraguas ni ropa de abrigo.Salí de la estación por la Avenida de Palencia, para cruzar el río y seguir por Ordoño II, seguramente la principal arteria comercial e institucional (el Ayuntamiento está allí) del centro de la ciudad. En la Plaza de Santo Domingo (donde está el Palacio de los Guzmanes y el palacete sede de Cajaespaña) había todavía algunos acampados con tiendas y pancartas. Seguí por la calle Ancha (ya en el llamado Barrio Húmedo, el casco viejo de León) hasta la preciosa Catedral.
Palacio de los Guzmanes, en la Plaza de Santo Domingo
(JMBigas, Junio 2011)
Dada la hora (más de las dos y media de la tarde) escogí un restaurante (entre los muchos que abundan por ahí) para comer. Justo en el número uno de la Calle Ancha (casi frente a la Catedral) abrió hace cosa de un año una Vinoteca Restaurante llamado La Trastienda del 13, conveniente y recomendable. El lugar está preparado para servir vinos por copas (o en botellas, para beber o llevar) y comidas (tapas, raciones y platos). Como ya llevaba encima unas horas de tren y un paseo, escogí una mesa, y me decidí por un almuerzo convencional. Me sirvieron una copa (seguida de una o dos más) de un excelente Mencía del Bierzo (Tilenus Roble), de sabor largo y muy agradable de beber. Pedí un solomillo con ravioli de patata y bacon, que estaba delicioso, y me tomé antes media ración de cecina con parmesano, una mezcla atrevida pero muy convincente. Rematé con un café y un chupito de aguardiente de hierbas.Después de comer fui a visitar la Catedral. El cielo oscureció muchísimo, y llovió durante un rato. Pero luego escampó, y el resto de la tarde estuvo soleado, incluso caluroso.
Plaza de Regla, frente a la Catedral
(JMBigas, Junio 2011)
Hace años, hicieron en León una obra muy conveniente en torno a la Catedral, de modo que la Plaza de Regla y toda la explanada alrededor de la Catedral es peatonal y, por lo tanto, muy amigable para el visitante. De la Catedral qué os voy a contar, su imagen es conocida y no podéis dejar de visitarla si pasáis a menos de 200Km de allí.Tratando de esquivar la lluvia, que caía débil e intermitentemente, volví hacia la Plaza de Santo Domingo y la Colegiata de San Isidoro. El tiempo ya se había estabilizado y se empezaron a abrir claros de color azul en el cielo. Visité a continuación la zona de la estación de FEVE, en la calle del Padre Isla. Desde allí se opera la línea de cercanías hasta Cistierna, con un par de servicios diarios hasta Guardo (dos horas y media), uno de los cuales prosigue hasta Bilbao (en total, siete horas y media de viaje en vía estrecha, por la llamada línea de La Robla). FEVE opera también algunos trenes turísticos, como el Transcantábrico de Gran Lujo (sólo para muy pocos privilegiados - 14 suites dobles - que ofrece el viaje desde San Sebastián hasta Santiago de Compostela - y viceversa, pero sin pasar por León - en ocho deliciosos días), el Expreso de La Robla hasta Bilbao, o el Costa Verde, itinerario de la montaña leonesa hasta Guardo.Existe un proyecto muy discutido en León, que sería la creación de un tranvía urbano y suburbano, utilizando, en parte, la actual infraestructura de FEVE. Parece que ya se han conseguido los permisos necesarios de la Junta, y es posible que lo veamos circular por algunas calles de León en los próximos años.
Rosetón y vidrieras, desde el interior de la Catedral
(JMBigas, Junio 2011)
Desde la estación de FEVE me dirigí hacia la espectacular Plaza de San Marcos. Allí la estrella es el monumental Monasterio de San Marcos, actualmente Hostal San Marcos, de Gran Lujo, perteneciente a la red de Paradores. Al norte de la plaza está el colosal edificio sede de la Junta de Castilla y León en la ciudad. Al este se construyó hace unos años el Auditorio de la Ciudad de León, otro de los edificios singulares que se encuentran en esta zona de la ciudad. Siguiendo hacia el norte, más o menos paralelo al río, por la Avenida de los Reyes Leoneses, está el MUSAC (MUSeo de Arte Contemporáneo de Castilla y León), pero no me dio tiempo de visitarlo.Desde San Marcos seguí paralelo al río, por la Avenida de la Condesa Sagasta, un delicioso paseo desde el que se dominan los jardines junto al río Bernesga. Unos cuantas personas de cierta edad andaban por ahí enfrascados en una partida de petanca.
Hostal San Marcos de León
(JMBigas, Junio 2011)
Antes de volver a la estación para tomar el tren de vuelta a Madrid, quería visitar una tienda de productos (Gourmet) típicos de León que había visto por la mañana en la calle Ordoño II: Artesa. Se trata de una pequeña tienda, pero rellena de excelentes productos de los que la provincia produce: cecina, chorizos, morcilla, quesos, vinos, etc. etc. Su dueño (Luis Miguel) me atendió divinamente y me aconsejó sobre los vinos de la provincia (con D.O. Bierzo, Tierra de León o Vino de la Tierra de Castilla y León).Yo quería comprar tres botellas de vino de León, para llevarme a Madrid. Seguí su consejo y acabé comprando un tinto Dominio de Tares Cepas Viejas de Mencía (Bierzo), un rosado de mencía (CLAN - Charco LAs Ánimas), elaborado por Bodegas Estefanía, que también elaboran el Tilenus que bebí con el almuerzo, y un Prieto Picudo tinto (Pardevalles Carroleón).Luis Miguel, como por otra parte todos los leoneses que conozco, es un entusiasta de los productos de la tierra y no quería dejarme ir sin comprar algo de la maravillosa cecina de León, que me dio a probar.Con todos los deberes hechos, me dirigí hacia la estación, tomé el Alvia de vuelta a Madrid, y llegaba a mi casa pasadas las once de la noche, con la sensación de haber visitado una de las ciudades más encantadoras que tenemos en el interior de España.Tenéis una galería más completa de fotos aquí.León, a poco más de dos horas y media de Madrid en un cómodo ferrocarril. Querido lector, si alguna vez estás en Madrid y tienes un día libre, no descartes una visita a León. No te arrepentirás.JMBA