Mirar por la ventana, y ver un chaparrón. Salir a la calle, y oler la lluvia. Tumbarte en el parque, y contar las hojas que caen de los árboles. Así es el otoño en las ciudades. ¿Y en el campo? ¿Alguno puede decirme como suena un árbol al caer en medio de un bosque?
Salgamos de excursión, para disfrutar de esta pintoresca estación. No te pierdas los bosques vistiéndose de colores, las aves de viaje a sus casas veraniegas o los animales poniéndose gorditos para pasar el invierno.
En esta estación de cambios, organízate una salida. ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Por qué? No te dejes nada por organizar.
- Elige tu modalidad de excursión: marcha, paseo, trekking, quizás penoctar en algún albergue o pasar unos días de acampada.
- Piensa cuál es tu finalidad: domingueo a tope, salidas preparatorias que sirvan de entrenamiento para retos más duros, travesía para los más atrevidos o pedagógicas para los que quieran conocer en profundidad los entresijos otoñales.
- Escoge la duración y la progresión: ¿Uno, dos, tres días, quizás? ¿Diurnas o nocturnas? ¿Por etapas?
- Determina qué medios necesitas: Si vamos a pie, unas botas; o bien, a caballo, burro o bicicleta, piragüa o balsa, saltando o volando. Combínalas y verás que excursión.
- Ultima los detalles: Lleva tus mapas bien aprendidos. Si llevas niños, recuerda qe no vamos a llegar lejos. Los niños de más de 8 años no aguantan más de 6 km en total de caminata. Los pequeños solo necesitan 30 minutos de paseo. Recuerda cargar tu mochila con comida y agua en abundancia, no vayas a perderte. Mira el tiempo antes de salir para que no te encuentres con alguna tormenta. Y sobre todo, en estos tiempos, lleva el móvil cargado a tope de batería. Si necesitas algo puedes hacer que llegue hasta el pizzero.
- Consejo maestro: Si conoces a alguien que ya ha estado dónde planeas ir, consúltale tu ruta para ir más preparado y no encontrarte sorpresas. O aún mejor, deja que el experto te acompañe.
Disfrutad del campo en otoño, y ¡buena excursión!
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