Me encantan los días de otoño soleados que cortan del frío pero que nos dejan llenos de buenas sensaciones cuando los preciados rayos de sol inundan nuestro ser...
Aquel día lo recuerdo fresco, iluminado y tranquilo. Nos habíamos acercado a la playa a recoger simplemente un puñado de arena... Quería sentir a la madre tierra embriagándome con su dulzura....
Este es el lugar donde el mar se confunde con la arena y mi silueta se dibuja traviesa rompiendo toda armonía....
Sentirse bien y saber disfrutar de los pequeños detalles es lo que nos hace grandes....
Y lo mejor de todo es saber aprovechar lo que la madre tierra nos ofrece, su calidez, sus días de lluvia, sol, nieve... El agua que nos hidrata y la sal que nos da vida.... .
En fin, es domingo, y mañana empieza una nueva semana, y como es tradición para mi, los domingos por la mañana los dedico, si puedo, a hacerme alguna exfoliación, limpieza o mascarilla. Lo que surja...
Hoy le ha tocado el turno a mi exfoliante de arena de playa con Aloe Vera...
Hace mucho que compré la planta de Aloe Vera para poder utilizarla en mis remedios naturales, pero me daba tantísima pena cortarle las hojas, que mi decisión final ha sido comprar un gel en la farmacia. He probado muchos y casi todos me gustan... Y es que mi planta ha crecido mucho y está preciosa!
Un gesto rápido que nos dejará la piel libre de impurezas e iluminada. Sólo tenemos que mezclar un puñado de arena muy finita de la playa y un poquito de gel de Aloe Vera.
Extenderemos mediante movimientos circulares por el rostro, codos, rodillas... o en todos aquellos rincones de nuestro cuerpo que queramos exfoliar... Os aconsejo hacerlo por la noche o aquellos días en los que después no os vaya a dar el sol, ya que la piel está más sensible.
También puedes utilizarla con crema corporal o tu gel de ducha diario.
Sinceramente, deja la piel limpia y preparada para el tratamiento habitual.
Besos y feliz inicio de semana corazones! :)
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