Hace unos días leí una noticia, los editores amenazaban conabandonar España si no se reduce lo que ellos consideran piratería, lo queotros consideramos no dejarnos engañar.
Analicemos mínimamente el coste de un libro. El papel, laimpresión, las bonitas tapas que llamen a su compra, la distribución de losmiles de ejemplares por las editoriales, su publicidad. Ahora pensemos quetodos esos intermediarios, desde el que vende el papel hasta el dueño de lalibrería de barrio tienen que salir beneficiados económicamente…bien.
Obviamente el que tiene el mérito de todo esto es elescritor, pero lo que el ganará solo será un porcentaje más, solo es un ingredientemás de la receta. Hasta ahí lo conocemos, al margen de si nos parece justo o noque la editorial se lleve el mayor porcentaje de la tarta.
Todos nos adaptamos, de una u otra forma, a las nuevastecnologías. Irremediablemente los lectores irán poco a poco adaptándose aellas. Los lectores más tecnológicamente decididos ya tenemos hace tiempolectores de ebooks que nos permiten leer novelas con una sorprendente calidad,es prácticamente como leer en papel (aunque también hay que saber comprar).
Ahora me surge la duda. ¿Los señores editores están deacuerdo en que avance la tecnología en este campo pero son incapaces deadaptarse a ella? Ellos adaptarán las novelas y libros que contraten (que nosus novelas) a los formatos electrónicos más extendidos además de seguirproduciendo en papel. Pero eso sí, no van a cobrar menos por un libroelectrónico, no iban a desaprovechar la oportunidad de ganar más dinero por nohacer absolutamente nada nuevo.
Imagino lo contentos que se verían al ver que esto iba enserio, que los libros electrónicos eran el futuro. Todo se reduciría a unescritor y una editorial (con sus maquetadores, sus programadores que se apliquende tener un buen portal de internet con su correspondiente tienda online y suspublicistas). La tarta se reduce mucho ¿no? Pero ellos cobran lo mismo y ahoraque ven que la gente no se deja engañar y decide organizarse para tener una buenanovela a un precio económico amenazan con marcharse, pues muy bien, ¡que sevayan!
Gracias a los libros electrónicos se abre una granoportunidad para esos escritores noveles o aficionados que vieron frustrado supequeño sueño al ver que ninguna editorial comercializaba sus obras. Que loúnico que buscaban era darse a conocer y que la gente les leyera y lescriticara a sabiendas que no iban a poder vivir de ello porque quienes seencargaran de darles a conocer también se encargarían de quedarse gran parte delbeneficio.
Ahora podemos escribir, subir a una web, comentarlo en unforo, en una red social, dar nuestros libros a la gente, que lo leerá con sulector igual que leería una novela de Dan Brown. Entonces surgiránalternativas, abre tu web y podrán bajar tu libro gratis, también podránaportar donativos tus lectores. Si eres bueno y vendes tu libro a unos pocos yjustos euros quizá acabes ganando más que con una editorial y ese dinero estuyo, de nadie más.