¡Cuánto daño han hecho los cuentos de princesas y príncipe azul!
Y sí, digo daño porque los cuentos, cuentos son y la realidad, realidad es. Entendiendo el príncipe azul como en los cuentos, ese hombre perfecto, ideal, ese hombre que…
– no comete fallos
– te da lo que esperas en todo momento, nunca te decepciona
– siempre sabe lo que piensas
– no se enfada nunca contigo
– está ahí siempre que tú quieres y antepone tus necesidades a las suyas
– te besa si lo necesitas, te abraza cuando quieres y te mima como te gusta
– encaja sin problemas con tu personalidad, sin necesidad de hacer esfuerzos
– es tu héroe y te salva de todo hechizo o maldad
– es seguro de sí mismo
– es sincero, te acompaña a cualquier aventura que desees, y si no deseas que te acompañe, no sólo no se enfada sino que lo entiende
– es tu mejor amigo, te hace reír
– es romántico como a ti te gusta
Y además es guapo y fuerte. Siento decir que teniendo en cuenta todas las características anteriores, el príncipe azul, no existe. Ni de lejos. ¿Por qué?
Desmontando al príncipe azul
No todo es cuestionar al príncipe, esta viñeta hace un guiño a la mala fama social de la complejidad de las mujeres, según algunos hombres. Fuente de la imagen desmotivaciones.es
Partiendo de la base de que los seres humanos somos imperfectos, no hace falta decir nada más. Sí es cierto que podemos encontrar personas que tengan determinadas características como las del príncipe azul de los cuentos, eso es fácil que ocurra.
Pero lo que también podemos encontrar es que determinadas características que nos han vendido en los cuentos como ‘positivas’, distan mucho de lo que es una relación sana.
Con esto me refiero que nadie te tiene que salvar ni cuidar, te tienes que salvar y cuidar tú, nadie te tiene que hacer reír, tienes que buscar tu manera de ser feliz y si es compartida mejor, a nadie le sale hacer todo lo que otro desea sin apenas hacer esfuerzo, todos cometemos errores, todos nos hemos molestado o enfadado alguna vez, y así con cada una de las características del príncipe azul.
Es hora de empezar a desmitificar el príncipe azul. Lo que en psicología podemos llamar tu príncipe azul, es aquél hombre ideal para ti, pero ideal para ti no significa que lo sea para otra mujer u hombre. El hombre perfecto no existe, al igual que no existe la mujer perfecta. Además tampoco existen las parejas perfectas.
Es cosa de pareja
Algunas ocasiones he oído hablar de parejas perfectas. La perfección, insisto, no existe y por tanto el príncipe azul tampoco. El príncipe azul puede acabar incluso destiñendo. Dejemos por tanto de usar ese lenguaje porque hace daño.
Son muchas las parejas que a diario oigo decir ‘muchas veces nos peleamos y discutimos y yo le pregunto, qué te pasa’? Y me dice…’Nada’, cuando realmente le pasa de todo. Es ahí donde digo que las personas no somos adivinas, y que por tanto si buscas a un príncipe que sepa qué deseas en cada momento, tu vida de pareja te irá mal.
Lectura recomendada:
Señales de que una relación de pareja está funcionando mal
La pareja ideal, que no perfecta, se comunica y se expresa y cuando se pregunta qué te pasa, dice lo que le pasa o en caso de no querer hablar, aplaza la conversación para otro momento. Y esto sólo es un ejemplo del día a día, donde muchas mujeres (sin generalizar porque me equivocaría) dicen que ‘su príncipe azul’ (dicho con otras palabras), debe saber qué siente y qué le pasa, y es obvio que no tenga que explicarlo.
Es cuando comentemos el error de creer que “mi pareja debe saber cuáles son mis necesidades porque es mi príncipe azul y debe saber qué necesito en cada momento, además no le debo pedir las cosas, las tiene que hacer y no sólo las tiene que hacer sino que tiene que hacerlas porque le nace y no porque yo se lo digo”. Esto tampoco puede ser. Eso es el príncipe azul.
Y esto sólo es un simple ejemplo de las creencias que tenemos en pareja, erróneas, que distan mucho de lo que es una relación sana y que incluso se asemejan más a una relación de príncipe azul que evidentemente ni existe ni funciona.
La comunicación, pilar fundamental de toda relación sana. Fuente de la imagen: lamenteesmaravillosa.com
La relación sana
A continuación exponemos algunos de los puntos que debe tener una relación sana de pareja. La relación ideal ya la conformas tú y recuerda, siempre dentro de la imperfección y el entendimiento.
¿Cómo entendéis la amistad?
¿Cómo veis la vida familiar?
¿Importancia de lo material y el dinero?
¿Sensualidad y sexualidad?
¿Hedonismo o diversión y tiempo libre?
¿Importancia de los convencionalismos y tradiciones?
¿Respeto por la autonomía y espacio de cada uno?
¿Conductas de ayuda y solidaridad?
¿Confianza, respeto y comunicación?
¿Afecto, forma de dar cariño y atención?
¿Hábitos cotidianos como orden, limpieza, casa, dormir, alimentación?
¿Visión de futuro: hijos, trabajo, filosofía de vida?
Pregúntate si en pareja compartís la misma filosofía en cuanto a los anteriores conceptos y valores (estos son sólo algunos de los más importantes), y si no la compartís, si llegáis al entendimiento o la negociación.
Entonces sí podremos hablar de tu pareja ideal.
Sobre el autor
Yolanda
Yolanda Pérez Directora del centro de Psicología Eclipse Soluciones. Doctora en Psicología (nº col. CV-9418) y Master en Psicología de la Salud. Especializada en terapa adultos-intantil. Experta en formación y orientación laboral.
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