¿Existe la adicción al chocolate?
Cuando comemos alimentos dulces y ricos en grasa, incluyendo el chocolate, en nuestro cerebro se libera serotonina. Esto nos hace experimentar una sensación agradable.
La serotonina es una sustancia producida en el cerebro y en el tracto digestivo que actúa como neurotransmisor. Parece influir en el control del estado de ánimo, así como en el comportamiento social, el apetito, la digestión, el sueño, la memoria y el deseo sexual.
El nivel bajo de serotonina está relacionado con la depresión pero no está claro si la depresión reduce los niveles de serotonina o son los niveles bajos de serotonina lo que produce la depresión.
En muchas mujeres, el deseo de comer chocolate se produce en un ciclo mensual, lo que sugiere una base hormonal.
Un informe reciente de la revista New Scientist sugiere que las personas pueden llegar a ser demasiado dependientes del azúcar y la grasa presente en la llamada “comida rápida”.
Investigadores de la Universidad de Princeton encontraron que las ratas alimentadas con azúcar presentaban síntomas de ansiedad cuando se les retiraba el azúcar. Sus síntomas incluían castañeteo de dientes y temblores – similares a los observados en las personas a las que se les retira la nicotina o la morfina. Concluyeron que los alimentos ricos en grasa estimulan los receptores opioides ( “químicos del placer”) en el cerebro. Esta teoría está respaldada por muchos otros estudios.
El chocolate contiene varios ingredientes biológicamente activos que pueden causar comportamientos anormales y reacciones psicológicas como las causadas por algunas sustancias adictivas. Investigadores de la Universidad de Tampere en Finlandia encontraron que los autoproclamados “adictos” al chocolate producían más saliva en presencia de chocolate, y mostraron un estado de ánimo más negativo y mayor ansiedad. Los investigadores afirman que los adictos del chocolate muestran rasgos de adicción regular, debido a que presentan ansiedad por ingerir chocolate, conducta alimentaria irregular, y estados de ánimo anormales.
Aunque hay similitudes entre la “obsesión” por el chocolate y el consumo de drogas, por lo general los investigadores creen que la adicción al chocolate no es una verdadera adicción.
Mientras que el chocolate contiene sustancias que potencialmente alteran el estado de ánimo, éstas se encuentran en concentraciones más altas en otros alimentos menos atractivos como el brócoli. Una combinación de características sensoriales del chocolate- dulzor, textura y aroma – nutrientes y productos químicos, junto con los cambios hormonales y el estado de ánimo, explica en gran medida el “antojo” de chocolate.
El chocolate es visto como “un dulce pecado ” y como una tentación. Esto sugiere que el deseo es más probablemente un fenómeno cultural que físico. La incapacidad de controlar su consumo puede ser el resultado de un comportamiento innato pero también del entorno social.
“Los humanos solían tener que buscar comida”. “Ahora la comida nos busca.”
Estamos abrumados por publicidad a gran escala de alimentos ricos en calorías y al mismo tiempo por una obsesión por la delgadez. El estrés de la vida moderna a menudo nos hace recurrir a estos caprichos para obtener “recompensa psicológica” para, a continuación, volver a una dieta restrictiva.
Consejos para frenar el antojo de chocolate
- Descubre si tu necesidad por el chocolate es emocional. Si reconoces síntomas de estrés o ansiedad intenta atajar ese problema de otra forma más efectiva.
- Incorpora pequeñas porciones de chocolate en tu dieta habitual, en lugar de eliminarlo de golpe. La moderación es la clave.
- Deja de comprarlo. Si no lo tienes en casa no caerás en la tentación.
- Es una buena idea aumentar tu nivel de ejercicio, para quemar el exceso de calorías y aumentar tu tasa metabólica. El ejercicio también libera serotonina y otras endorfinas, que contrarrestan el estrés y la ansiedad.