El día 3 de mayo nos queda dos sucesos de importancia global acaecidos en nuestra sociedad red. Por una parte un ataque masivo contra uno de los servicios de información más populares del mundo cómo es Gmail. A pesar del poco ingenio que pueda resultar del concepto mismo de la estafa por phishing, una técnica rudimentaria y archiconocida, millones de usuarios de la popular cuenta de acceso al mundo de la identidad digital han cedido su contraseña de manera ingenua. Da igual la información disponible en internet o los avisos sobre privacidad y protección de datos que instituciones y usuarios avanzados lleven a cabo en la red, porque a pesar de esos esfuerzos siempre quedarán pillos dispuestos a lanzar el anzuelo y siempre quedarán incautos que picarán.Por otra parte whatsapp sufrió una caída que conmocionó a usuarios de todo el mundo. Medios de comunicación convencionales y redes sociales alzaron la voz de alerta. En un momento social donde la hipercomunicación es un valor de primer orden, la falta de la misma puede provocar una situación de estres en usuarios acostumbrados a una respuesta inmediata.Sin embargo, nos quedamos con un punto para la reflexión como es la dependencia de los usuarios frente a este tipo de tecnologías ¿estamos preparados para vivir sin internet? ¿Somos capaces de eliminar nuestro nivel de dependencia? Y quizá más importante que lo anterior ¿Realmente necesitamos una conexión ubícua y constante?alfonsovazquez.com ciberantropólogo