La percepción es una creación virtual de nuestro cerebro para dar sentido a la realidad que estamos contemplando. Por eso, muchas veces lo que damos por cierto puede no ser real: "Para nuestro cerebro es más importante contarnos una historia consistente que contarnos una historia verdadera. El mundo real es menos importante que el mundo que necesitamos", decíamos ayer. Interpretamos la realidad según nuestros paradigmas, muchos de los cuales pueden ser falsos.
Quizás una de las obras más conocidas para poner en paralelo el mundo percibido y el mundo real es "La República" de Platón donde se recoge "El mito de la caverna" que cuenta el caso de unos hombres que habían sido encadenados en el interior de una cueva mirando hacia dentro. Había un fuego en el exterior de la caverna y las personas que pasaban entre el fuego y la cueva proyectaban una sombra sobre la pared interior de la misma. Los que se encontraban dentro sólo veían las sombras y con el tiempo llegaron a creer que las sombras eran la realidad.
– ¿Crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros, sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?
– ¿Cómo –dijo– si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?
Una de las artes que más me gusta es lo que se conoce como "Trampantojo" («trampa ante el ojo», también llamado trompe l'œil, expresión francesa que significa que «engaña el ojo»). Es una técnica pictórica que intenta engañar la vista jugando con la perspectiva y otros efectos ópticos. Los trampantojos suelen ser pinturas murales creadas deliberadamente para ofrecer una perspectiva falsa. Pueden ser interiores (que representan muebles, ventanas, puertas o escenas más complejas) o exteriores, en muros de edificios. En muchas ciudades del mundo se pueden encontrar artistas callejeros especializados en este arte:
Os dejo 2 vídeos de 2 minutos: