¿Qué hace arte al arte? Difícil responderlo, quizá su trascendencia en el tiempo; por eso se mantiene la discusión en cuanto al llamado: Arte conceptual, pues su condición de efímero provoca que sea cuestionado.
Entre las manifestaciones del arte efímero se encuentra el grafiti, no hay ciudad en el mundo que carezca de ellos; aparecen de forma misteriosa, un día la pared está en blanco, al otro amanece con una pinta, y al otro de nuevo está en blanco; así se da el ciclo, hasta que alguien se canse, sea el dueño de la pared o quien pinta el grafiti.
Uno de los máximos representantes del arte callejero, así lo llaman sus autores, es un tipo que se hace llamar Bansky, su origen y nombre real es desconocido, aunque se dice que es inglés. El misterioso artista ha dejado su huella en varias de las grandes ciudades del mundo, no solo en las paredes, también en los museos.
Por caprichos de la vida, un francés de nombre Thierry Guetta, padre de familia, dueño de una tienda vintage, obsesionado con filmar todo a su alrededor, devino en documentalista y amigo de varios artistas del grafiti. Producto de tal obsesión llegó a contactarse con Banksy, quien le permitió, durante un tiempo, filmar cuando trabajaba.
El caso es que Guetta tenía pasión, pero le faltaba talento. Al final, fue incapaz de hacer algo digerible con los cientos de videos, por lo que Banksy le recomendó que dejara de filmar y que hiciera un poco de arte callejero.
El material de los videos no se perdió, curiosamente dio origen a un documental sobre la vida de Thierry Guetta, dirigido por Banksy, llamado Exit Trough the Gift Shop.
La película toma como leit motiv la vida del francés para cuestionar, en varios sentidos, la validez del grafiti y las intervenciones del espacio público como arte. El director ironiza sobre el hecho y muestra cómo alguien sin talento y sin idea de qué está haciendo, puede llegar a convertirse en artista de culto; todo por obra y gracia del marketing y el esnobismo, novelería pues, del gran público.
El documental muestra a varios de los más famosos artistas del grafiti mientras trabajan en su obra. Lo valioso es que Bansky lo utiliza como medio para reflexionar en lo que hace y, aunque un poco ambiguo y sin elaborar demasiado sobre el tema, deja en evidencia que mucho del éxito mercadológico del arte callejero se debe a la especulación de quienes comercian con el producto.
Se trata de un film de buen ritmo y entretenido, en el que los hechos se presentan tal y como son, agregándoles toques de ironía y humor.
Calificación 8/10