En general, los lectores coinciden en que Cincuenta sombras de Grey es muy adictivo. A partir de aquí, hay dos bandos de opinión: mientras que unos lo critican duramente por ser flojo en muchos los aspectos (mala prosa, trama nada creíble, tema de mal gusto), otros reconocen que se lo han pasado bien leyéndolo, aunque tampoco lo consideran una novela de calidad. Con esta disparidad de pareceres se consigue atraer a los demás, que lo devoran más por curiosidad que por un verdadero interés en él.
Entre todos los comentarios que he leído, me sorprende que precisamente los asiduos al género romántico y erótico digan que no es para tanto, que hay historias mucho más fuertes que sin embargo han pasado desapercibidas. En el fondo, esto no es nada nuevo: el fenómeno no siempre va ligado a la calidad. Como mucho, a lo comercial de calidad, aunque no parece que este sea el caso.
Desde mi punto de vista, el éxito de esta obra se debe a dos puntos: por un lado, las ventas precedentes en los países anglosajones, que siempre contribuyen a llamar la atención (y sin ellas no habría recibido la gran promoción que ha tenido en España); por el otro, la promesa de que va a escandalizar, sin duda un buen gancho para el lector (recordemos lo que ocurrió con El Código Da Vinci y la Iglesia).
Un inciso: soy muy selectiva con mis lecturas y rara vez siento interés por un libro popular; aun así, hay novelas comerciales y de escasa calidad literaria que me han gustado (véase Dan Brown o Sarah Lark). Explico esto para que quede claro que comprendo que haya gente que disfrute con Cincuenta sombras de Grey, aunque a mí no me interese.
Volviendo al tema, siempre que se produce un fenómeno de estas características me asalta una gran duda: ¿por qué a veces triunfan libros que dejan bastante que desear? ¿Se da demasiada importancia al hecho de que una historia sea adictiva?¿Los lectores somos fáciles de contentar? ¿Qué es lo que ocurre en el mercado editorial para que esto funcione y algunas obras de calidad pasen totalmente desapercibidas? ¿El público no está educado para saber apreciar la buena literatura? ¿O simplemente es necesario que exista la producción cultural de entretenimiento puro y duro? No me digáis que las editoriales van a lo fácil: en las librerías podemos encontrar todo tipo de obras; quien no esté interesado en lo comercial solo tiene que buscar un poco. Además, son los lectores los que eligen y no creo que ninguno espere encontrar una obra maestra en Cincuenta sombras de Grey.
Después de esta lluvia de preguntas sin respuesta, os cedo el turno a vosotros para que comentéis lo que os apetezca sobre el tema y/o sobre esta trilogía en particular. Seguro que podemos tener un debate muy entretenido.