Ante una sala llena, la sección de cornos de la OSSLP rompió el silencio al dar vida a las brillantes primeras notas del Andante sostenuto, primero de los cuatro movimientos (Andante sostenuto, Andantino in modo di canzona, Scherzo y Finale) de la Cuarta Sinfonía, compuesta por Tchaikovsky entre 1877 y 1878, y dedicada a su mecenas y mejor amiga, Nadezhda von Meck. Desde el comienzo, el autor ruso expone la fuerza motora de la obra: el Destino… volviéndose una sinfonía de magnificencia emotiva, llena de contrastes y matices, que demandó de los músicos una gran entrega tanto física como mental para su ejecución, y que fue recompensada con el aplauso cerrado de los asistentes al término de su interpretación.
Tras un breve intermedio, la OSSLP dio la bienvenida al Mtro. Rodolfo Ritter para iniciar la segunda parte del programa con la interpretación del Segundo Concierto para Piano, del Mtro. Gonzalo Curiel, músico conocido por ser autor de canciones como VEREDA TROPICAL, TEMOR, DIME, NOCHE DE LUNA, por mencionar algunas, y de quien en esta velada se descubrió su lado académico, pues su Segundo Concierto para Piano está escrito en un estilo romántico clásico, que rememora elementos de la música hecha para cine de la llamada Época de Oro, pero con una construcción formal y elementos técnicos del piano extraordinarios.
La obra de Curiel está estructurada en tres movimientos: Allegro ma non tanto, Adagio y Allegro y cabe mencionar que los originales de la obra se extraviaron, por lo que tuvo que ser reconstruida por el Mtro. Arturo Rodríguez a petición de la familia del músico y fue la versión que se escuchó en el máximo recinto cultural de México.
Aunque el reestreno de esta obra se realizó el 22 de agosto de 2014 con la Orquesta Sinfónica de San Luis y el Mtro. Rodolfo Ritter en el Teatro de la Paz, fue apenas la segunda vez que se escuchó esta obra en Palacio de Bellas Artes la noche de este sábado, pues solo se interpretó el 21 de noviembre de 1951, con la presencia como invitado de honor del Sr. Adolfo Ruiz Cortines, entonces candidato a la Presidencia de la República y luego se extraviaron casi la totalidad de las partituras.
Incansable intérprete de la música mexicana de concierto, el Mtro. Rodolfo Ritter ha sido pieza fundamental del rescate y difusión de obras de esta envergadura de la mano del Novo Forte Cultura y la propia Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, además de ser reconocido como gran ejecutante del repertorio pianístico universal y pianista concertista de Bellas Artes, y con una impecable interpretación del concierto de Curiel, le valió el nutrido aplauso del público a lo que el pianista correspondió obsequiando la interpretación de el Preludio 16 no.1, de Scriabin, como encore, cerrando con broche de oro esta histórica velada.