Experiencia rusa en Melrose Place.

Por Lucy @momentosexquisi

Nunca he ido a Rusia. Ganas no me han faltado y por supuesto, forma parte de mi lista de lugares por visitar antes de morir (que me falta muuuuuuucho para ello, dicho sea de paso). El caso es que, tras recorrer con mi madre (qué delicia viajar con ella, dicho sea de paso) varios lugares de Melrose Place decidimos comer. Debo decir que es una tarea que se antoja complicada en Estados Unidos (¿alguien que apoye mi opinión?) y, para nuestra fortuna, nos topamos con un restaurante ruso en esa calle.
Vuelvo a mi punto inicial. Nunca he ido a Rusia y mi conocimiento sobre el país se limita a lecturas, fotografías y relatos de amigos rusos o de otras nacionalidades que han vivido o lo han visitado. Por tanto, a excepción del vodka, no había tenido ocasión de probar ninguna de sus exquisitesez gastronómicas. Leímos el menú presentado en la puerta y, tras percatarme de mi absoluto desconocimiento sobre su oferta, decidimos aventurarnos y entrar. El restaurante sobresale por su ternura y delicadeza, por su candidez y aire a casa. Resultaba el entorno ideal para ese grupo de exploradoras que éramos mi madre, mi tía, mi prima y yo. 
Una terraza que recuerda un cuento infantil nos acogió en un placentero mediodía otoñal. Muebles de ratán, cojines, lámparas de latón, cerámica y plantas figuraron como nuestros anfitriones Una joven mesera rusa ataviada con un bello chal ruso (sí, de esos negros con flores enormes rojas y rosas) mostró un gran entusiasmo por guiarnos en el descubrimiento del menú y por supuesto, aconsejarnos. Así fue. 
Para ablandarnos, cortesía de la casa, un chupito de vodka con infusión de baya marina. Ablandadas y sonrientes, pedimos sopa ucraniana de betabel (Ukranian boscht), blini de salmón y ternera (me recordaron los clásicos dumplings chinos) y tarta de cereza con helado de vainilla (Cherry Vareniki). El veredicto: delicioso. 
Ahora, mientras escribo esto, recuerdo con agrado esos sabores y me felicito por no haber temido a lo desconocido (porque vaya que si algún tipo de comida abunda en California es la mexicana y habría sido una apuesta "segura").  Mi primer acercamiento real a Rusia ha sido éste y me dejó con ganas de más. Acaso, alguna vez, entenderé mejor esa famosa frase de Churchill que dice"Rusia es una adivinanza, envuelta en un misterio, dentro de un enigma".
¿Han probado comida rusa? ¿Han ido a Rusia? ¿Hay alguna experiencia semejante que hayan vivido?
Mari Vanna8475 Melrose Placehttp://www.marivanna.ru/la/