Puedo decirles que estoy muy contenta de haber terminado esta etapa de mi vida, la cual tuvo momentos muy buenos y fructíferos; también, hubieron otros momentos que no quisiera experimentar los nuevamente.Conocí gente maravillosa, mis prejuicios instalados de pequeña fueron cediendo y no me arrepiento, nunca debes juzgar a las demás personas. Primero reflexiona sobre tu y como te ven los demás, eso aprendí.
La vida me enseñó es éstos años que debes medir con quién compartes tus experiencias, pensamientos y suelos, no todos dicen ser quienes en realidad son. Aprendí a que tener mil "amigos" ni me sirve si solo dos o tres realmente lo son.
Y por último, fui testigo de lo que es capaz una persona para tener lo que quiere, que desea perder su reputación y dignidad a cambio de una nota y/o favor. Supe en ese instante que no era buena compañía, que el refrán "Dime con quién andas y te diré quién eres" puede ser realmente cierto y que no importa cuánto le aconsejas o le hablas, no van a cambiar.
Duramente, aprendí que no puedes rehabilitar gamines y es mejor dejarlos ser (hablo específicamente de las amistades) y que la dependencia emocional que tenía hacia esa persona era tan grande que pude verla de nuevo y por unos momentos olvidé lo que hizo y el daño que causó.
Pero la vida misma no sería vida sino comentes errores y aprendes de ellos.
Como consejo, les digo que luchen por sus sueños, no dejen que nadie los menosprecien y no pierdan de vista aquellas personas que realmente los quieren como son ustedes.
También les comento, que vuelvo con el blog. Ya tengo unas entradas programadas y seguiré leyendo sus comentarios y/o mensajes.
Se les quiere 💙
Gracias por pasarse por el blog. Espero leerlos pronto.Besos quimerosos.
BLUE MADRIGAL