Regata Ophiusa
Documento sacado del baúl de los recuerdos, me emociono cada vez que lo leo, aquí lo teneis; La V Regata Ophiusa Volkswagen Sailing Experience 2008.
Ganador de la última Copa del Rey con el Ícaro, Carles Rodríguez demostró que también domina las regatas de Altura, y con vientos que alcanzaron más de 35 nudos y al mando del Ninuriata VIII se llevó la Savina de Plata d’Ophiusa, trofeo que obtiene el primero de la General de esta exigente y atractiva regata que en Semana Santa une Sitges con Formentera. Además, y como challenger de Creuers Port Masnou también se hizo con el I Trofeo de Altura de Clubs Volkswagen Sailing Experience. En segundo lugar y a sólo cuatro minutos se clasificó el Cometa A Dos de Xavier Rocas. Más de 60 embarcaciones inscritas y la convicción de que en la próxima Ophiusa ya habrá numerus clausus.
Tras la edición anterior en la que el primer día dominaron las lluvias, ésta se preveía con mejor tiempo. Varias semanas antes, en el foro náutico por excelencia de internet; www.latabernadelpuerto.com ya se hablaba del tiempo con el que nos tocaría bregar. Cada día que pasaba las predicciones meteo eran más exactas, al menos las lluvias estaban descartadas, pero aparecía una posibilidad de vientos moderadamente fuertes por el horizonte. A nosotros, los “chalados naúticos” nos importa poco este tipo de previsiones, aunque siempre aparece un “ronroneo” en el estómago que hace estar más alerta de lo habitual.
Es jueves día 20 y el tiempo en Sitges es estupendo. Todos amarrados y dispuestos para la gran batalla. En la reunión de patrones la Organización toma la sabia decisión de anular el paso por los Freus de Ibiza. Una previsión de fuerza 7/8 en el sur de las Pitiusas es la invitada no deseada.
Salida con baliza de desmarque a la hora prevista. Solo los más hambrientos salen rozando el barco del Comité que es el lado bueno. En cabeza, como no, el Ninuriata VIII, un Botin & Carkeek 41 patroneado por Carles Rodríguez que 23 horas y 32 minutos más tarde se convertirá en el vencedor absoluto. Poco después de la salida nos encontramos con ballenas, esos preciosos e inmensos lomos llevan un pequeño riesgo, ya que mientras los barcos bajan hacia el Sur ellas suben al Norte pasando entre la flota. El viento va girando lentamente de Sur a Oeste, la intensidad va subiendo, todos arrumbamos de ceñida lo más al sur posible, pero lamentablemente paralelos a la costa, el viento no da para más. La noche se acerca y el viento empieza a subir. A la altura de la plataforma petrolera Casablanca, el viento rola hacia el Oeste y la gente empieza a virar dirección Sur, algunos tardan más, algunos menos, pero todos hacia Ibiza. A esa hora el “TBO” abandona por vía de agua, una lástima.
Tenemos una media de viento real de 18 nudos, nada del otro mundo, aunque las rachas superan algunas veces los 20, evidentemente el aparente es mayor. A la altura de las Columbretes el viento empieza a rolar a NW y nos permite apuntar un poco más hacia los 180º requeridos. La táctica correcta es esa, intentar llegar de un solo bordo al sur de Ibiza, y a poder ser algo alejado de la isla, ya que hay previsto un fuerte SSW que nos hará difícil ceñir. Teniendo en cuenta que iremos con mayor rizada y génova algo enrollado, hay que buscar barlovento como sea.
Durante la noche los barcos rápidos vuelan, la luna llena inunda de una luz fría toda la bañera, facilitando la tarea de trimado. Diviso el faro de las Columbretes y el frío es intenso, en estos momentos la mayoría duerme y aunque estamos Rosa y yo, otra vez tengo esa sensación de “soledad náutica”. Nos cruzamos con “El X”, el “Ralip” y el que me pareció era el “Good Wind”. Algunos barcos han preferido ir rápidos e ir a un través en dirección al sur de la isla yo prefiero seguir ciñendo y seguir alejado de Ibiza.
La luz del sol ya hace rato que nos ilumina, a babor podemos ver Ibiza, al fondo se observa el majestuoso islote de “Es Vedrà”, su forma me recuerda la portada de “Tintin y la isla negra”. El viento ya es fuerte y racheado, a sotavento veo los barcos que hemos cruzado durante la noche, van derechitos a lo que mi amigo Paulí llama “la ratonera de Sant Antoni”, a ellos les tocará hacer bordos, a nosotros no, y eso se cobra…y mucho.
El viento supera ya los 20 nudos de real y sabiendo las predicciones decido poner 2 rizos directamente y enrollar algo de génova. Voy con tripulación aguerrida pero novata, y como patrón debo cuidar de ellos, por lo tanto no tomo riesgos, el viento es fuerte y la mar formada, antepongo la seguridad a los trofeos. Todos los barcos van rizados, o al menos la mayoría, algunos llevan enrollador otros cambian sus génovas por otros más pequeños, empieza el auténtico baile.
“Ninuriata VIII” y “Cometa A Dos” van destacados en cabeza, este último patroneado por Xavier Rocas y Francesc Carbonell a la rueda de un Salona 37, barco que tocan, barco que convierten en ganador, unos auténticos magos. El “Dimna”, más alejado, navega a barlovento, muy bien posicionado. Nuestro Velero está muy penalizado por los rizos y el Good Wind nos adelanta, menudo regatón están haciendo, otros que van a dos! Entramos los cuartos por el interior de “Les Bledes”, detrás el “Notenom”, “El X”, “Ralip”, “Bahía de las Islas”, “Rebelde”, “Gida III”, “Maskato”…. unos se la juegan por el interior de las islas, otros pasan por el exterior. A estas horas el temporal ya está muy activo y azota la flota por completo, algunos toman la decisión de abandonar y buscar refugio. Así, el “Tunante” decide -con un importante cabreo- dirigirse al puerto de Santa Eulària des Riu, están cansados y no tienen ninguna intención de romper su recién botado Dufour 34. El “Antull dos” un Beneteau 311 patroneado por Antonio García del CN Premià, regatea solo, otro “chalado nautico”, también se dirigie a Santa Eulària no sin antes “montar un pollo” con su génova recién estrenado.
Las 8 millas que separan “Es Vedrà” del precioso puerto de Formentera son los momentos más duros de la regata, arrecian 30/35 nudos y unas olas de 3/4 metros que nos vapulean de través, hay que estar muy atentos. Con 2 rizos, la mayor parece un saco de patatas, y con un génova parcialmente enrollado alcanzamos los 10,5 nudos. Son las 14:16 del viernes, nuestra regata ha concluido, llegamos en 5ª posición, no está nada mal, teniendo en cuenta que salvo el Good Wind (que incluían a bordo todas sus pertenencias ya que viven en su barco), todos los de delante son expertos regateros, con impresionantes máquinas regateras. La lucha con el “Notenom” ha sido dura, pero aunque veía por mi popa toda la experta tripulación colgada de los obenques, hemos llegado antes
Sobre las 18:00 llegan más barcos; “Menjavents”, “Namibia”, “Mai Por”…, pero lo peor no ha pasado, la noche ya ha envuelto a las islas, subimos a capitanía y el viento nos tumba, las sillas salen volando y todavía quedan barcos en competición, estos sí que son los verdaderos “chalados nauticos”. Llega el Sargantana, un pequeño Fortuna 9 patroneado por Jacques Laurent del Club Surf Formentera, son las 20:00h, no hay luna y se ven millones de estrellas. Más tarde llega el “Dennis” de Carles Marcet, el ganador del año pasado, esta vez no ha podido ser. Pero todavía faltan los más pequeños de la flota, los minis. Corren rumores por el puerto que no han abandonado y siguen rumbo hacia Formentera. En esta regata, en la que todo es ceñida, han salido muy mal parados, sobre las 22:00 llega el Mô, el Pogo 2 de Diego Torres y Hugo Ramón. Son los primeros en llegar de su categoría. El viento es muy fuerte y las olas inmensas, personalmente estoy preocupado, todavía quedan dos barcos por llegar. Al final, Pedro Gutiérrez, y su “Atlantic Project” llegará a las 12 de la noche, y Jaume Bennasar con el “Estudi Bam” a las 5 de la mañana!. Todavía recuerdo lo que me decía Pedro: “Bajábamos hacia La Savina con tres rizos y el solent rizado a 8-9 nudos de velocidad, con algunas planeadas que nos compensaban mínimamente por las 36 horas de ceñida casi ininterrumpida… y cruzamos la meta dos horas por detrás del Mô”. Solo puedo decir que me siento muy pequeño ante la grandeza de semejantes patrones ¿o debería llamarles “chalados nauticos”?.
Una vez todos en puerto pudimos gozar de uno de los mejores ambientes que he vivido en una post-regata. Largas charlas entre novatos y expertos regatistas transoceánicos, grandes abrazos conmovedores y fuertes apretones de manos. Una regata digna de verdaderos amantes del mar.
Algunos barcos que buscaron refugio en Ibiza aprovecharon el sábado para llegar a Formentera, no podían perderse el fin de fiesta organizado en una impresionante y robusta carpa. “Cenorrio”, entrega de premios, sorteo de regalos y baile final a cargo de un muy buen grupo de rock y rich man’s blues. Más charlas, más abrazos, más batallitas y a dormir. Todo ello mientras en el exterior continuaba un fabuloso temporal de viento y lluvia que nos hacía presagiar lo que pasaría en los próximos días. Unos se quedarían y zarparían cuando amainase el temporal, otros volverían el próximo fin de semana y al final todo se resume en lo de siempre: “Están locos estos romanos”.