No es algo que salga rápido.
Sale de repente.
Cuando buscas… la idea aflora,
te desgarra
o te sorprende,
y el punto es, que ya la tienes.
La sensación de simetría nace de la existencia de un motivo,
reconocido
que se desliza, se transforma (o no) y organiza.
De hecho la falta de simetría,
ametría,
la reconocemos por la mera ausencia de lo buscado.
Cuando no hay motivo, la figura resulta entonces, un todo irrepetible.
Tan único que parece solitario.
Sin motivo, no hay simetría para crecer.
Ahora bien, cuando te encuentras con una idea y un motivo entre las manos,
sólo puedo decir que debemos que confiar en el proceso.
La creatividad necesita de un momento de distracción, de no tratar de entender, de dejarse llevar. Usa la razón para fluir, pero no tenemos por qué entenderla en el mismo instante. Confiar en ese proceso es parte del camino. Puedes comenzar haciendo listas. Listas de colores, de animales, de los nombres de tu familia, de soluciones o de problemas. Y en algún momento, te dejas llevar.
Pude dejártelo ordenado: la creatividad de A a Z. O pude dejarlo así, para que tu eligieras la simetría. Les deseo disfruten lo diferente y lo inesperado, y que la creatividad toque a la puerta. ¡Noc noc!