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¿Torturarías a un desconocido hasta la muerte solo porque te lo piden con órdenes tan simples como: “continúa por favor”?
Seguramente responderás que no (eso espero) pero aunque parezca sorprendente, en la práctica la mayoría lo hace.
¿Hasta qué punto tenemos total libertad sobre nuestras acciones? ¿hasta que punto somos obedientes?
Stanley Milgram (Universidad de Yale) realizó en 1971 un experimento cuyos resultados sorprendieron a los mismos investigadores, en un contexto de autoridad la inmensa mayoría infligía potentes descargas eléctricas a un desconocido sin ninguna razón de peso, solo por que se esperaba eso de ellos, en 2009 se hizo otro experimento basado en el de Stanley Milgram para ver hasta qué punto somos sumisos a la autoridad de la TV, los resultados fueron sorprendentes…
EXPERIMENTO DE MILGRAM
Milgram y otros compañeros pusieron un anuncio buscando voluntarios para un experimento “basado en el estudio de la memoria y el aprendizaje” lo que los voluntarios no sabían es que eran parte de un experimento sobre la obediencia.
Stanley Milgram
Había un supuesto voluntario que en realidad era un actor encargado de adoptar el rol de “alumno”, debería memorizar en un minuto 27 relaciones de palabras, el voluntario real tenía el rol de “profesor” y debía hacer las preguntas, si el “alumno” fallaba una pregunta, el “profesor” debía accionar un interruptor que aplicaba una descarga eléctrica al “alumno” esta descarga empezaba en 20 voltios y se incrementaba 20v. más en cada repuesta errónea hasta llegar a los 450v.
Alumno y profesor estaban en habitaciones separadas (supuestamente para que no se pudieran hacer señales de ningún tipo) En realidad al “alumno” (actor) no le llegaba ninguna descarga, pero gritaba como si así fuera, pedía una y otra vez que le dejaran irse y que suspendieran el experimento.
Lo más sorprendente es que todos los voluntarios (el 100%) llegaron hasta los 300v. de descarga. Nadie hasta esta importante cifra de 300v. se negó rotundamente a seguir a pesar de que los gritos del actor (grabados) imploraban que parase, que no lo podía soportar o que sufría del corazón.
Imagen original del experimento Milgram
Hasta los 80v. los voluntarios reían, a partir de los 180v. casi todos miraban al científico (en ese momento la autoridad) pidiéndole que hacer, muchos le preguntaban si debían continuar, le cuestionaban. El científico tenia ordenes de persuadir al voluntario que mostrara su intención de abandonar con las siguientes opciones y por este orden:
- Continúe, por favor.
- El experimento requiere que usted continúe.
- Es absolutamente esencial que usted continúe.
- Usted no tiene opción alguna. Debe continuar.
Si después de la última frase el voluntario se negaba a continuar se daba por concluido el experimento.
Clica en la imagen para ver un video de 3:49 minutos sobre el Experimento
Solo un 35% se negaron a seguir, el resto continuo hasta alcanzar los 450v. a pesar de las súplicas y los gritos de dolor del “alumno”
EL JUEGO DE LA MUERTE
En 2009 se reprodujo el experimento cambiando el contexto, ahora era un plató de televisión, se hacia un supuesto programa piloto (de prueba), en el que los concursantes no ganarían nada, la mecánica del juego era la misma solo que la autoridad era esta vez representada por una conocida presentadora Francesa, Tania Young, el público tampoco sabía que todo era ficción, el resultado fue aún más sorprendente, el 80% llegó hasta el final.
Clicando aquí podrás ver el reportage completo “el juego de la muerte” en Español
En este caso se le da al experimento un sentido dirigido hacia la influencia de la TV en la voluntad de las personas (podéis verlo completo en Español clicando en la anterior imagen es un reportaje muy recomendable)
REFLEXIÓN PERSONAL:
Lo que más sorprende de todo es que gente normal llegue a torturar a una persona infligiéndole descargas mortales de hasta 450v. (Habrá algún electricista que dirá que lo que realmente puede matar a una persona no es el voltaje sino el amperaje, pero esto seguro que la mayoría de la gente no lo sabe y tampoco los voluntarios debian saberlo) y solo por que se esperaba eso de ellos, porque se les insiste con sencillas órdenes.
¿Cómo es posible que una autoridad, débil para una persona sensata, pueda influir tanto en los sujetos, y provocar un conflicto moral tan intenso, entre las acciones de hacer daño al prójimo y obedecer a un experimentador, en un estudio que ni siquiera les interesa, en muchos de los casos?
Este simple experimento creaba un intenso estrés en los voluntarios que debían accionar el interruptor aun cuando el “alumno” no paraba de suplicar que no lo hiciera, el estrés venía de tener que decidir entre la moral de torturar a un ser humano sin motivo o hacer lo que le decían es decir, acatar las órdenes de la autoridad, y el sujeto se decantaba por lo segundo en la mayoría de los casos.
Me ha parecido muy interesante el concepto de “estado agentico” que describe Milgram:
“La teoría del estado agentico se refiere a la condición de la persona ligada a un “sistema de autoridad” en el que se percibe como agente (ejecutor) de la realización de los imperativos de otro (decisor).”
Es decir, el ejecutor se convierte en una maquina, no se siente responsable de lo que hace, delega esa responsabilidad a la autoridad.
Si no somos capaces de dejar de torturar a alguien solo porque la “autoridad” del momento nos dice “continúa” ni siquiera en este caso en el que cuando accionamos el interruptor percibimos al momento la reacción de dolor, ¿cuántas veces debemos actuar causando sufrimiento a terceros solo por seguir las reglas del juego sin ser conscientes de ello? Solo porque delegamos la responsabilidad a la autoridad.
Una de las pocas concursantes que decide no continuar
Para la gente de mi generación es difícil entender lo que pasó durante el holocausto y como tanta gente siguió el movimiento nazi cometiendo tantas brutalidades, pero después de este experimento ya queda más claro… simplemente obedecían a la autoridad sin preguntarse qué era lo moralmente correcto. Parece que esto fue lo que indujo a Milgram a llevar a cabo el experimento, la pregunta de hasta qué punto eran culpables los soldados nazis que cumplían órdenes, aunque también hay quien dice que lo que movió a Milgram es un “encargo” del gobierno para comprobar hasta qué punto la sociedad es obediente.
Sea como sea los resultados del experimento de Milgram son muy preocupantes y sorprendentes, pensar en ello, deberíamos tener más autonomía de decisión, más moral y más dignidad. La “autoridad” o “las reglas del juego” no deberían ser más fuertes que eso. Y en el caso del experimento televisivo solamente un 20% demostró tener más ética que sumisión a la autoridad.
Para más referencias:
http://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram
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