Expertos en desinformar

Publicado el 17 mayo 2011 por Monotematicosfm @curnom

Ayer mismo leí en internet un caso que me dejó sin palabras, por lo visto una de las dramaturgas con más renombre de nuestro país, Paloma Pedrero, escribió como de costumbre una columna en el diario La Razón, hasta ahí bien, pues estamos ya acostumbrados a que profesionales de distintas áreas se hagan eco en los medios de comunicación, ya que se les supone un cierto nivel intelectual para abordar todo tipo de temas. En este caso como podréis observar, metió la pata hasta el fondo.
“A ver si me aclaro, ¿no llevan las películas una recomendación de edad? ¿Por qué, entonces, los videojuegos violentos no la llevan? Peor aún, la mayoría de estos jueguecitos de play u ordenador son para niños. Es decir, que se supone su idoneidad. Y la mayoría también son de matar o eliminar a enemigos. Los niños no disparan gatillos, disparan teclas, pero la mecánica del cerebro es la misma. Ese tipo de videojuegos destructivos tiene una filosofía pedestre y brutal, tú eres el héroe y los demás son tus enemigos con los que hay que acabar. Dale, dispara, cuantos más te cargues, más puntos tendrás, serás mejor. Esto viene aderezado, además, con unas músicas estridentes y animadoras, ruidos, «flashes» estimulantes. La cabeza de los pequeños pierde la noción del espacio, todo se centra en la pantalla con sus objetivos a abatir. El crío es el rey de un mundo mínimo que le hace sentir poderoso. La ley del más fuerte impera. Todo es subdesarrollo humano y moral. Nuestros niños civilizados se pasan horas jugando con estas mierdas, absortos, ensimismados. Solos. Después resulta que en el colegio se les va la mano con facilidad o el pie. Y no miden. No saben que esa bota de fútbol con la que golpean no es virtual y puede hacer un daño irreparable. No controlan el impulso de disparar con el que llevan jugando tanto tiempo y tantas horas. Hace unos días un chaval de catorce años dejó en coma a otro de diecisiete de una patada en la cabeza. Parece que se peleaban por una chica. Parece que eran amigos desde la infancia. Hablar, hablan poco, ¿no? Y soñar, ¿con qué sueñan? Creo que ya es urgente que se regule legalmente la utilización de las nuevas tecnologías para los menores. Hay muchos padres que no controlan, no tienen ni idea de lo que supone su hijo encerrado con un ordenador conectado a internet. Una nueva violencia está surgiendo y hay que pararla ya. Ya”
LaRazón
Y una vez visto esto yo me pregunto, ¿acaso un título universitario y una carrera de éxito permiten a un médico dirigir la construcción de un rascacielos?, ¿tiene un informático carta blanca para operar una hernia?, la respuesta es no, rotundamente, ¿entonces por qué se permite a una dramaturga escribir en un periódico?, porque es socióloga por la complutense de Madrid, dirán algunos, porque por suerte existe la libertad de expresión, dirán otros. A toda esa gente me gustaría decirle que no, Paloma Pedrero no tiene derecho a hacer lo que ha hecho, la intrusión laboral es un mal que nos afecta a todos, y más cuando se aplica al mundo de los medios de comunicación, que ya de por si padecen los intereses del capital que los financia, de la clase política que legisla, y del público con el que se retroalimenta. No puede permitirse la difusión de ideas sin fundamentos, y por lo tanto debe filtrarse lo que se publica, pero ojo, no hablo de censura, sino de sentido común, ya hemos aprendido que no todas las opiniones son válidas, y en los medios de comunicación esta premisa se transforma en una ley no escrita. Quien escribe en un periódico adquiere el estatus de líder de opinión, y por extensión goza de la credibilidad implícita en el medio de comunicación de masas.
Estoy ya harto de oír a bloggers decir con la boca pequeña que ellos no son periodistas, sino simples aficionados a los videojuegos, cuando de tarde en tarde aparecen perlitas como esta en los medios supuestamente serios, llegando al público masivo y desinformándolo. Es por eso que reivindico la difusión de los verdaderos expertos en ciertas materias, y de los periodistas en los medios de comunicación.
En cuanto a las declaraciones de esta señora… poco más hay que añadir, pueden haber sido fruto de un mal día o de un calentón momentáneo, a saber, cualquiera puede equivocarse una vez, pero lo que de verdad no tiene perdón es que se permitan estos discursitos en un periódico como La Razón. El que se pueda decir algo no significa que se deba decir, y más cuando está en juego algo tan frágil como la opinión de la gente, gente que, después de haber leído la columna de la señora Pedrero, esconderá la pley de sus hijos en lo más profundo del sótano, hasta que alguien le explique que aquello no fue más que una desafortunada rabieta de un no-experto en un medio de des-información.