Revista Salud y Bienestar

Expertos se reúnen en Bilbao para escudriñar las técnicas de acceso al organismo para Hemodiálisis

Por Fat
Alrededor de 1.000 personas por cada millón de habitantes de nuestro entorno precisan de diálisis para sobrevivir. La dependencia del individuo que precisa de esta intervención radica en su necesidad de eliminar residuos o cantidades excesivas de agua de la sangre, cuando los riñones son incapaces de esto, es decir cuando se produce un fallo renal. "La realización de una correcta hemodiálisis, sobre todo en lo que se refiere a los accesos al organismo, es un asunto de precisión", asegura Julen Ocharan-Corcuera, codirector del V Curso sobre accesos vasculares para hemodiálisis que se celebra en el Palacio Euskalduna (sala E) de Bilbao durante los días 26 y 27 de noviembre de 2010 y que da comienzo hoy viernes, 26, a partir de las 16:00 horas.
Más de 60 especialistas acudirán a este curso, organizado por la Fundación Española de Diálisis, en colaboración con Sociedad Española de Diálisis y Trasplante, la Sociedad Española de Enfermería Nefrológica, la Sociedad del Norte de Angiología y Cirugía Vascular y la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao.
En el transcurso del mismo se darán a conocer datos sobre accesos vasculares para hemodiálisis en el período 2005-2009 en el Hospital Galdakao-Usansolo (tanto del Servicio de Nefrología como del de Angiología y Cirugía Vascular). "Una de las conclusiones que extraemos de los resultados es que los principales factores que pueden producir el fracaso de un Acceso Vascular para Hemodiálisis (AVHD) son la edad y el sexo femenino", señala Ángel Barba, codirector del curso.
El tratamiento de la insuficiencia renal por hemodiálisis tiene sus comienzos a mediados del siglo pasado y desde entonces la lucha por la supervivencia de estos pacientes condujo al desarrollo de múltiples variantes de acceso vascular ante el agotamiento de las vías convencionales. El uso de fístulas y catéteres son las dos vías de acceso más desarrolladas en la actualidad. Julen Ocharan-Corcuera precisa que "la colocación de fístulas arteriovenosas corresponde al cirujano vascular, mientras que la implantación de catéteres corresponde a la radiología vascular".
-Presentación del Manual de accesos vasculares para diálisis
Hasta la fecha, la fístula ha sido preferida sobre el catéter para los pacientes con fallo renal crónica, "debido al riesgo de las infecciones -endocarditis, bacteriemia, etc.- de la segunda opción y porque reduce el tiempo de hospitalización".
En la actualidad, la hemodiálisis requiere "un tratamiento multidisciplinar donde interactúan cuatro especialidades –cirugía vascular, radiología vascular, nefrología y enfermería- para garantizar la eficacia de la depuración sanguínea".
Teniendo en cuenta esta coordinación multidisciplinar y que la diálisis ha incrementado la supervivencia del paciente de enfermedad renal crónica y le proporciona buena calidad de vida en espera de la solución definitiva: el trasplante renal, la Fundación Española de Diálisis presentará en el marco del curso el primer Manual de accesos vasculares para diálisis.

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