Explorando el Internet de los cuerpos y los wearables que te acompañan

Publicado el 27 junio 2023 por Cristianmonroy

Al igual que los dispositivos conectados en el hogar, la tecnología que se encuentra en contacto con tu cuerpo puede proporcionar información valiosa y, potencialmente, beneficios para la salud.

Si pensabas que la tecnología portátil era revolucionaria, prepárate porque lo mejor está por venir. Bienvenido a la Internet de los cuerpos (IoB). Es como el Internet de las cosas (IoT), pero más… personal.

Los avances en este ámbito ven la tecnología no simplemente sentada en tu muñeca o metida en tu bolsillo, sino cómodamente incrustada dentro de tu propio cuerpo. Este próximo nivel de biohacking ya no es materia de ciencia ficción; es la realidad de hoy, lo que lo convierte en el punto de acceso más nuevo en el mundo conectado. 

La evolución de IoT a IoB

Para apreciar realmente el salto al IoB, primero demos un paso atrás y visitemos su predecesor, el Internet de las cosas. ¿Recuerdas cuando tu teléfono inteligente se comunicó por primera vez con tu reloj inteligente y sentiste que estabas viviendo en un episodio de Star Trek? Eso fue IoT en el trabajo, donde los dispositivos se conectan a Internet para recopilar e intercambiar datos, haciendo la vida más fluida, un dispositivo inteligente a la vez.

Si IoT se trata de que sus dispositivos conversen entre sí, IoB lo lleva a un nivel superior y lleva la conversación a su cuerpo. De repente, tu ritmo cardíaco, azúcar en la sangre o incluso sus señales neuronales pueden unirse al diálogo digital.

Tecnología implantable

Tomemos como ejemplo el caso de los marcapasos. Este pequeño aparato se acurruca en tu pecho para jugar al policía de tráfico con tus ritmos cardíacos. Está atento a los latidos anormales y los vuelve a alinear con impulsos eléctricos de precisión. No es solo un dispositivo; es un salvavidas para las personas que luchan contra las enfermedades del corazón.

Otro implante de vanguardia que está atrayendo mucha atención es el dispositivo Neuralink , una creación de la ambiciosa compañía de biotecnología de Elon Musk. Diseñado para ser implantado en tu cerebro, este pequeño chip tiene como objetivo decodificar señales neuronales con el objetivo de tratar afecciones neurológicas y, en última instancia, mejorar la cognición humana.

Biometría conectada

Atrás quedaron los días en que el término “lenguaje corporal” solo se refería a sus señales no verbales. Con la llegada de IoB, tu cuerpo realmente habla por sí mismo y ofrece un tesoro de datos biométricos. Sin embargo, esto no es solo un chisme sobre el cuerpo ocioso. Esta información es la clave para la atención médica y el bienestar personalizados.

Por ejemplo, existen monitores cardíacos que no solo escuchan el latido de tu corazón. Registran y analizan continuamente el ritmo del mismo, convirtiendo esos latidos en una sinfonía de datos que pueden ayudar a detectar irregularidades, como la fibrilación auricular, mucho antes de que se conviertan en un problema de salud importante.

Implicaciones futuras de la Internet de los cuerpos

Claro, puedes usar la tecnología para biohackear tu vida de manera segura y mejorar el bienestar . Pero imagina esto: tu médico en una videollamada no solo escucha cómo te sientes, sino que también recibe actualizaciones en tiempo real de tu cuerpo. Es como si se hubieran encogido, y estuvieran recorriendo tu cuerpo para hacerte el chequeo más preciso que jamás hayas hecho.

Ahora, imagina un mundo donde tu rastreador de actividad física se mete debajo de la piel, literalmente. ¿A quién no le gustaría realizar un seguimiento de los niveles de hidratación o la acumulación de ácido láctico en tiempo real? Gracias a IoB, tu futuro compañero de gimnasio podría ser solo un pequeño dispositivo dentro de tu cuerpo, que registra e informa una panoplia de métricas sobre tu rendimiento físico.

Aprovechando la tecnología IoB

En el mundo de los wearables, todos nos hemos vuelto bastante amigos de Fitbits y Apple Watch. Pero el futuro tiene más en la tienda, incluidos microchips que rastrean tus signos vitales y sensores ingeribles que informan cómo se comporta su cuerpo. El Internet de los cuerpos nos está convirtiendo en centros de datos biométricos que viven y respiran.

Como dicen, es lo que hay dentro lo que cuenta. Y cuando se trata de IoB, nos estamos dando cuenta de cuán cierto es realmente ese adagio.

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