Hoy por fin os puedo presentar el tercer vídeo de la última serie de tres vídeos que os presenté en el Coming soon de hace una eternidad (mediados de septiembre, casi un mes ya), y que estoy volviendo a grabar porque, como recordáis tuve un problema con el ordenador y el disco duro externo, no he podido recuperar toda la información -o, por lo menos todavía estoy en ello-, así que aquí estoy de nuevo con el vídeo de “¡Explota tus recursos!”.
Este vídeo lo grabo porque a veces me escriben chicas pidiéndome consejo, porque están un poco angustiadas o preocupadas porque hace poco que están llevando su pelo afro natural, y todavía no acaban de saber manejarse con su nueva textura, que no es otra que su textura original. A raíz de estos mails, y también de un comentario que dejó Tris en mi post “Tres razones para amar tu cabello afro”, se me ha ocurrido grabar esta nueva reflexión.
¿Verdad que estamos cansadas de que se diga en muchos medios que el cabello afro no es formal, que es informal, que a veces, según cómo, se ve desaliñado, y otras lindezas? Muy bien, pues aprendamos a explotar nuestros recursos. Se trata de aprender a manejarnos con nuestro cabello, sin que nos dé miedo experimentar.
A veces hay chicas que me dicen “es que solo sé hacerme un peinado”. Bueno, está bien. Primero, porque no hay necesidad de que sepamos hacernos todos los peinados que existen; no es necesario -y seguro que quizás tampoco sea posible-. Por ejemplo yo, de los peinados que sé hacer, ya sabéis -porque me veis en los vídeos y en las fotos- que personalmente prefiero el african threading, porque considero que me favorece, porque es rápido, fácil y se me da bien hacerlo. Pero aprendamos, aún así, a experimentar con diferentes técnicas, con diferentes peinados y estilos. Así sabremos qué nos sienta bien, y podremos elegir unas cosas y descartar otras.
¿Y si experimento y no me sale bien?
Pues eso te ofrece una nueva oportunidad para explotar tus recursos. Si tu cabello es largo, deshaz lo que has hecho, dale otra forma a tu pelo; hazte un moño, o un flat twist en el frente y deja el resto del cabello suelto y te pones una flor en un lateral; o si estás en un bad hair day, ¡ponte un turbante!
Es importante que aprendamos qué nos sienta bien y qué no, porque así nos sacamos más partido. ¿No os pasa a veces que salís de casa muy poco conformes con vuestro aspecto, después de haber pasado uma eternidad delante del espejo intentando diferentes estilos y ninguno os sienta bien ese día, y salís con esa sensación de “hoy es uno de esos días de malos pelos”? Y de repente os encontráis con alguien y os dice “¡qué mona vas hoy!”. Pues eso quiere decir que somos capaces de dar una buena imagen a pesar de que ese día no tengamos la sensación de ir ideales de la muerte. Porque a todas nos pasa que hay días que nos miramos al espejo y nos decimos “hoy me siento maravillosa y poderosa”, y otros días esa sensación no la tenemos tanto.
Entonces ese mensaje, ese “qué mona vas hoy” es muy positivo y muy valioso, porque nos ayuda a reafirmarnos. Eso nos ayuda a mejorar nuestra autoestima, nuestro autoconcepto y nos da seguridad. Y eso nos convierte en imparables. Porque cuando estáis seguras de vosotras mismas y confiáis en vuestras capacidades, ¿no sentís que sois capaces de hacerlo todo, de llevar a cabo cualquier reto que os pongan por delante? ¿Verdad que sí? Pues eso se proyecta, se transmite, llega a los demás y modifica su percepción sobre nosotras.
Así que tenemos que aprender a explotar nuestros recursos, a cuidar de nuestro cabello, porque es parte de un todo mucho más amplio, evidentemente, en el que poco a poco, con pequeños gestos, podemos acabar consiguiendo, si queremos, grandes modificaciones. ¿Os animáis?
Espero vuestros comentarios y que compartáis este post en vuestras redes sociales.