Las instalaciones del recinto estaban muy bien aprovechadas (a pesar de las exageradas medidas de seguridad) e incluían una exposición del arte gótico de Victoria Francés y un buen espacio para el escenario y las firmas de los autores, que este año comprendían desde talentos nacionales como Salvador Larroca a dibujantes internacionales como Simon Bisley (cuyo estilo no me gusta nada) y Herb Trimpe, el creador gráfico de Lobezno.
Entre las sorpresas, me gustaría destacar los encuentros con autores organizados en esta edición. Tuve la ocasión de asistir al de David López junto a un puñado de buenos amigos, y el dibujante nos habló de su experiencia trabajando en Marvel, de lo que significan para él los superhéroes, del estado del mercado estadounidense y de cómo las grandes editoriales (Marvel y DC) enfocan los reinicios actuales y las películas sobre sus personajes.
También me llevé una buena impresión de lo bien compensado que estaba este salón, ya que se podía encontrar prácticamente de todo: novedades editoriales, cómics antiguos, rarezas, merchandising y manga, claro. Personalmente pude completar alguna colección, continuar con otras y darle una oportunidad a alguna que otra novedad.
En resumen, a pesar de las adversidades y de un ligero descenso en el número de asistentes, Expocómic 2012 ha sido un éxito rotundo que demuestra la buena salud del salón madrileño, una cita única para todos aquellos que sentimos tanta pasión por el arte de las viñetas. Envío un saludo desde aquí a todos los compañeros de afición con los que me encontré (Oneyros, Yota, The Korinthian, Thanos_Malkav, Fran, Natán...), un placer disfrutar de su compañía.