- Hola! Cómo mola tu cosplay!
- Gracias!
- De quien vas?
- De mí mismo!
El evento por excelencia del otaku madrileño se celebró este fin de semana en la Casa de Campo de Madrid. Y aunque pude disfrutarlo Viernes y Sábado escribiré de mi experiencia de visitar el Expomanga en plena ebullición. Me levanté pronto pensando en la cola, el sol parecía brillar con fuerza así que para caminar a gusto decidí llevar ropa deportiva y una camiseta con un dibujo de Stain boy de Tim Burton que aunque no era de la temática principal, me apetecía. Así que a lo Bilbo cogí la mochila y me puse a caminar, eran más o menos las 10 de la mañana del día Mundial del Comercio Justo, cuando al llegar al metro de Lago, aún a 300 o 400 metros del Palacio de Cristal empecé a ver una masa de colores y formas alegres, todas ellas caminaban en la misma dirección y como hipnotizado por los colores las seguí. La mayoría llevaba artefactos hechos a mano, espadas de cartón, escudos de plástico… seguí la marea hacia la cuesta donde, literalmente, miles de personajes conocidos y desconocidos se apelotonaban… bastones mágicos, guadañas, pelotas de baloncesto… el sol pegaba fuerte pero mirase donde mirase había gente riendo y bailando… demonios, plátanos gigantes, ángeles cubiertos de flores… la cola seguía y seguía, les debía de quedar un par de horas para entrar fácil, pero no parecía importarle a nadie… fontaneros, lores del sith, super guerreros… Llevaban semanas o meses pensando en este día, preparándose, de todos emanaba una energía integradora, ahí nadie era extranjero, ellos, los dueños y señores de este día habían empezado su fiesta particular mucho mucho antes.
La imagen popular del otaku es de un friki, medio gótico obsesionado con la cultura japonesa que vive más fuera que dentro de este mundo. Vamos, no sólo no muy favorecida sino en general ridiculizada por el españolito medio. Si los vieran en su medio cambiarían de parecer. Con tanto super héroe no pude evitar recordar un post de petite claudine que me surcó el cerebro hace ya casi una década y no consigo desterrar. http://www.lapetiteclaudine.com/archives/007651.html “El superhéroe es la materialización psicosomática de nuestro sentido de la justicia. El típico fan de la Marvel es el niño tímido e inteligente que se sienta en un rincón de la clase dibujando, leyendo y alimentando un creciente complejo de estar siempre en el sitio equivocado, en el momento equivocado. Y lo es porque su sentido de la justicia -o, más bien, de la injusticia- se desarrolla de manera más temprana y directa que el de los otros niños. A él le parece injusto que los demás le castiguen por lo que sabe, lo que le gusta y, en definitiva, por lo que es.” El sábado era el momento y el Palacio de Cristal el sitio indicado para ser uno de ellos. No era sólo una agregación de otakus. Había algo más, era obvio para cualquiera que estuviera cerca. Había más que preadolescentes pintados, familias enteras llevaban bebés convertidos en flores y ovejas, señoras mayores disfrazas de caperucita roja con la nieta al lado vestida de abuelita. Por haber había hasta gente de periódico en mano intentando seguir disfrazada de persona normal. Difícil. Y ojo, no era sólo una cuestión de disfrazarse porque saliera gratis la entrada, ni de esconderse y cambiar quien eres -O al menos no sólo era eso- Esto iba de exponerse, de liberarse, de si quiero llevar el pelo rosa, el torso sólo cubierto por vendajes, llevar un gorro de Cowboy o un parche pirata lo voy a hacer porque voy a estar entre los míos, entre los renegados, los marginados sociales y los raros. Parecían decir “Hoy voy a ser yo. Sea quien sea ese” Me parece que hace falta valor para atreverse a intentar salirse del tarro y se lo reconozco. Y si se hace de una manera sana e integradora, pues no se debe pedir más. Dentro del recinto era todo una jungla donde hasta mirando el puesto de información había deseos e ilusión a la vista.