Como cada año, este viernes 27 de marzo, los diferentes museos y casas de cultura de barrio dependientes de la Secretaría de Cultura llevarán a cabo la instalación de los tradicionales Altares de Dolores.
Instituciones como los Museos Nacional de la Máscara y el Francisco Cossío, el Centro Cultural Mariano Jiménez y las Casas de Cultura de los Barrios de San Miguelito, San Sebastián y Tlaxcala, comenzarán a recibir a primera hora a los visitantes que quieran conocer estas instalaciones, propias de cada Viernes de Dolores.
Algunas otras instituciones como el Museo del Virreinato, que además de que estarán listos para mostrar al público su instalación este viernes, está haciendo una invitación especial al público para que asista aún el próximo martes 31 de marzo a partir de las 10:00 horas a visitar su Altar de Dolores.
Cabe señalar que otras instituciones como la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y el Ayuntamiento de San Luis Potosí, instalarán también altares de esta naturaleza, tanto en su departamento de Arte y Cultura y en el Centro Cultural Palacio Municipal.
En torno al origen de estos altares en honor a la Virgen de los Dolores, cabe mencionar que ésta práctica se remonta al siglo XIII, cuando en Florencia, Italia, se funda la Orden de los Frailes Siervos de María o Hermanos Servitas, cuyo espíritu era conservar, fomentar y difundir la devoción a la Virgen María.
El Altar de Dolores es una tradición en México que consiste en colocar una imagen de Nuestra Señora de los Dolores en la que la representan en los sucesos de la pasión de su hijo. Puede ser la imagen de bulto o impresa en un cuadro.
En todas esas imágenes, la virgen es representada con una daga que atraviesa su corazón, en recuerdo de la profecía, cuando junto a San José, presentara al niño Jesús en el templo.
Entre las tradiciones en homenaje a la Virgen María, en muchas poblaciones se acostumbra dejar las casas abiertas cada Viernes de Dolores con la intención de que pasen todos los visitantes, a fin de obsequiarles aguas frescas, que pueden ser de chía, horchata, limón, menta, jamaica, tamarindo, y algunas otras frutas de temporada.
La creencia popular es que las aguas frescas representan las lágrimas de la Virgen, que por ser la inmaculada, son dulces y no amargas, y por ello supo muy bien el precio de los pecados del hombre.