Exportando paso a paso

Publicado el 18 diciembre 2013 por Pablo Rodríguez @pablorb

Uno de los datos positivos que muestra España, después de varios años de crisis, es el crecimiento de las exportaciones. Éstas alcanzaron su récord en 2012, con más de 220.000 millones de euros, destacando sectores como el de bienes de equipo, con más de 43.000 millones. En último dato sobresale el incremento de exportaciones relacionadas con el sector ferroviario, en el que España es uno de los líderes mundiales.

También destacan la mejora en el sector de la automoción (en los nueve primeros meses del año 2013, sus ventas al exterior aumentaron un 26%), en el textil (recordemos que el grupo Inditex es el líder mundial) y en otro sector de gran tradición en nuestro país, el del calzado, que ha crecido un 11% en los primeros nueve meses de este año, superando el récord de facturación que había conseguido en 2002.

Esto ha permitido una mejora muy notable de la balanza comercial española. Sin embargo, no debemos tomar este hecho como algo positivo sin más, sino que conviene analizarlo con detenimiento.

 En primer lugar, hay que recordar que parte de la mejora se debe al descenso de las importaciones, como consecuencia de la debilidad del consumo interno, que es, a su vez, consecuencia de la mala situación económica que se vive, con recortes salariales y altos índices de desempleo.

 Por áreas geográficas, se ha producido una mayor diversificación, ya que han aumentado enormemente las exportaciones hacia Oceanía (+37,6%) y África (+30,6%), pero esto es consecuencia de la debilidad de la demanda en Europa, a causa de las políticas de austeridad del Viejo Continente.

 Además de la facturación, también ha aumentado el número de empresas exportadoras, muchas de las cuales no lo han hecho por convencimiento (dentro de una estrategia predefinida), sino por necesidad, ante la caída de las ventas en nuestro país.

 Deberíamos basar las exportaciones en productos de alto valor añadido (innovación, tecnología), y no en el bajo coste (en el cual resulta muy difícil competir con algunos países). Algunos de los sectores antes citados responden a estos requisitos (automoción, ferrocarril, moda), y éste debe ser el modelo.

 Se echa de menos un apoyo más decidido, por parte de la Administración, a las empresas exportadoras. Hay organismos como el ICEX, cuya misión es «promover la internacionalización de las empresas españolas» y el Instituto de Crédito Oficial (ICO) cuenta con algunas líneas destinadas al sector exportador. Pero, sin duda, se puede hacer más de lo que se está haciendo. Las empresas que deciden apostar por esta vía se encuentran más solas y con menos apoyo del que desearían, y ello las coloca, además, en desventaja frente a otros países en los que sí se incentiva esta actividad.

Cómo asegurar el cobro

Una de las primeras incertidumbres a las que se enfrenta una empresa a la hora de exportar es la seguridad en el cobro. Uno de los mecanismos más habituales para asegurarlo es el crédito documentario de exportación. Bancos como el Sabadell, por ejemplo, con el que tengo una buena relación profesional, después de un tiempo trabajando juntos (en el que hemos pasado diversas vicisitudes), están apoyando la exportación a través de productos como este.

Con el crédito documentario, la empresa exportadora puede garantizarse el cobro de la operación. Existen diversos tipos, ya que puede ser revocable o irrevocable (una vez abierto, ya no se puede cancelar), y puede ser a la vista (el pago de la operación es al contado) o a plazo (al entregar la documentación hay que esperar a que transcurra el plazo acordado para recibir el importe de la venta).

Además de asegurar el cobro, esta herramienta proporciona a las empresas que se plantean la exportación otras ventajas, como:

 Ofrecer un aplazamiento de pago al comprador (sin aumentar el riesgo de impago).

 Mantener el control de los documentos hasta el momento del pago.

 Incrementar sus opciones de venta al exterior.

 Disminuir el riesgo de cancelación de pedidos, posibilitando una planificación más adecuada de sus actividades.

 Anticipar el cobro, si éste se ha estipulado a plazo.


¿TE HA GUSTADO ESTE ARTÍCULO?

Suscríbete, y recibirás a partir de ahora los mejores contenidos sobre economía, gestión empresarial y finanzas personales en tu correo electrónico.

Email *


Este articulo: Exportando paso a paso, escrito por Pablo Rodriguez, se ha publicado originalmente en Economia Sencilla, y puede ser utilizado bajo las condiciones de una Licencia Creative Commons 3.0 España. Muchas gracias por suscribirte a Economia Sencilla.

Entradas relacionadas:

  1. Cambios en tiempos de crisis
  2. Gasto Público o reducciones de impuestos
  3. Se confirma la cerrazón del crédito (pero no igual para todos)
  4. Las ventas cruzadas
  5. ¿Quién ha dicho falta de liquidez?

También podría interesarte :

Quizás te interesen los siguientes artículos :