La exposición «San Juan de la Cruz. Esperanza de alto vuelo», comisariada por Miguel Ángel González, prior de la Orden del Carmelo Descalzo en Alba de Tormes y Salamanca, ha abierto sus puertas el 17 de diciembre en el Convento de San Juan de la Cruz de Alba de Tormes. La muestra se concibe como una gran conmemoración doble: el III centenario de la canonización de san Juan de la Cruz (1726) y el I centenario de su proclamación como Doctor de la Iglesia (1926).
El recorrido expositivo ocupa la planta baja del convento y se articula en seis grandes capítulos, que permiten un acercamiento progresivo a la figura del santo, a su obra literaria y a su recepción histórica. El folleto informativo que se adjunta ofrece el marco general de la exposición; a continuación se presenta una explicación sintética de cada una de sus partes.
El primer capítulo se centra en los años iniciales de la vida del santo, cuando aún llevaba su nombre de bautismo. Se presenta su infancia y juventud en el contexto de una familia pobre, sostenida por la caridad pública, y su formación humana y espiritual en Fontiveros, Arévalo y Medina del Campo.
Las piezas reunidas —documentación histórica, objetos de uso cotidiano y obras artísticas— permiten situar al visitante en el marco social y religioso de la Castilla del siglo XVI. Esta sección subraya los condicionamientos materiales y culturales que marcaron de forma decisiva la sensibilidad y la experiencia vital del futuro místico.
II. Fray Juan de Santo Matía (1563–1568)
El segundo capítulo aborda los años de vida religiosa en la Orden del Carmen, tras su entrada en el convento de Medina del Campo. Bajo el nombre de fray Juan de Santo Matía, el joven fraile realiza el noviciado y cursa estudios en Salamanca, en un ambiente universitario de gran densidad intelectual.
Aquí se ponen de relieve su formación teológica y filosófica, así como el contacto con los debates espirituales de su tiempo. Documentos procedentes de archivos universitarios —entre ellos el libro de matrículas y el libro de visitas de cátedras— ayudan a reconstruir esta etapa menos conocida, pero decisiva para su posterior desarrollo como escritor y maestro espiritual.
III. Fray Juan de la Cruz (1568–1591)
El tercer capítulo recorre la etapa más extensa y fecunda de su vida, ya como carmelita descalzo. Se estructura en torno a tres grandes momentos: la colaboración con santa Teresa de Jesús en Castilla, los años andaluces de intenso magisterio espiritual y actividad literaria, y el tramo final marcado por las tensiones internas en la Orden.
La exposición da especial relieve a los lugares y experiencias que configuraron su pensamiento: Duruelo, Pastrana, Ávila, Toledo, Granada, Baeza, Segovia y Úbeda, entre otros. Objetos personales, documentación firmada por el santo y obras artísticas de distintas escuelas ayudan a comprender tanto la hondura espiritual como la complejidad humana de este periodo.
IV. Juan de la Cruz, escritor que «habla misterios en extrañas figuras»
El cuarto capítulo está dedicado íntegramente a san Juan de la Cruz como escritor. Se presentan códices, manuscritos y ediciones antiguas de sus obras, procedentes en su mayoría de archivos y bibliotecas conventuales.
Este apartado permite apreciar la riqueza literaria y teológica de su producción, así como la transmisión temprana de sus textos. Los versos del poeta místico acompañan el recorrido, integrados en los muros de la exposición, subrayando la unidad entre experiencia espiritual y expresión poética.
V. Recepción de san Juan de la Cruz. Historia póstuma
El quinto capítulo ofrece un recorrido histórico por la recepción del santo desde su muerte hasta la actualidad. Se muestran testimonios documentales y artísticos relacionados con su progresiva difusión, su influencia en la espiritualidad y la cultura, y los hitos de su reconocimiento eclesial.
Destacan piezas de gran valor histórico, como la bula de canonización de 1726, acompañada de su sello pontificio, y la primera edición de sus obras publicada en Alcalá en 1618. Grabados de los siglos XVII y XVIII ilustran la construcción iconográfica de su figura a lo largo del tiempo.
VI. Santa Teresa de Jesús nos habla de san Juan de la Cruz
El último capítulo cierra el recorrido dando la palabra a santa Teresa de Jesús, cuya relación con san Juan de la Cruz fue decisiva tanto en el plano personal como en la historia del Carmelo descalzo.
A través de textos y documentos —entre ellos cartas autógrafas de la Santa— se presenta la mirada teresiana sobre fray Juan, su valoración humana y espiritual, y la confianza que depositó en él. Esta sección subraya la dimensión relacional de la reforma carmelitana y sitúa al santo en el entramado vivo de una experiencia compartida.
Un recorrido unitario
Los seis capítulos se articulan mediante paneles explicativos, cartelas detalladas y una cuidada selección de obras artísticas —pintura, escultura, documentación manuscrita, grabados y objetos históricos— procedentes de numerosos lugares de Castilla, Andalucía y otros puntos de España y de Roma. El conjunto permite al visitante un acercamiento riguroso y sereno a san Juan de la Cruz, desde su nacimiento hasta la pervivencia de su legado.
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ALGUNAS IMÁGENES DE LA EXPOSICIÓN