Una exposición de esta dimensión, en la que se transportan más de 50 objetos de enorme valor histórico de los tres últimos siglos, que requiere un enorme esfuerzo para poder llevarla a cabo, merece ser vista y ojalá lo pueda ser en más lugares que en la ciudad asturiana.
Una exposición de esta dimensión, en la que se transportan más de 50 objetos de enorme valor histórico de los tres últimos siglos, que requiere un enorme esfuerzo para poder llevarla a cabo, merece ser vista y ojalá lo pueda ser en más lugares que en la ciudad asturiana.