Información actualizada el 06/04/2011, a las 4h59
Cuatro meses se han pasado tras las primeras revelaciones de Wikileaks al respecto de un presunto espionaje internacional por parte del gobierno estadounidense, aun así continúan los efectos dañosos y los resentimientos. Y, es por eso que el gobierno de Ecuador decidió este martes 5 de abril que la embajadora norteamericana, Heather Hodges, es una “persona non grata”, instándole que salga del país en el menor tiempo posible.
Las autoridades sudamericanas no se sintieron satisfechas por las explicaciones dadas por la representante de Washington, que tendría afirmado sobre la existencia de un presunto acto de corrupción en la Policía “fácilmente manipulable”, incluso que el presidente Rafael Correa lo conocía. La embajadora dijo al canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, que no podría responder a tal cuestionamiento, a la vez que esa información “ha sido robada” y divulgada.
Video: YouTube/Gobierno de Ecuador/Difusión
El canciller Ricardo Patiño, en rueda de prensa, informando la expulsión de la embajadora de EEUU.
En nota, el líder ecuatoriano dijo que dicha acusación es “inaceptable” y maliciosa”, al justificar la lucha de su gobierno contra la corrupción durante el golpe de estado el pasado septiembre, cuando él fue atingido por una bomba y ha quedado 12 horas detenido por militares. Además, criticó a EEUU por la injerencia en “asuntos internos”.
El Departamento de Estado norteamericano informó que lamenta la decisión y que va a ver sus posibilidades para responder a eso.
Recientemente, el embajador estadounidense en México, Carlos Pascual, ha renunciado a su cargo. Él criticó la falta de coordinación de las Fuerzas Armadas aztecas en contra del narcotráfico, a pesar de esa no haber sido la razón oficial de su salida.
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