Amboos imanes, Masudur Rahman y Mohamed Zaghloul, que se dirigían a un Congreso sobre Prejuicios sobre el Islam en EEUU e iban vestidos con el atuendo de los clérigos musulmanes, fueron obligados a abandonar el avión cuando este ya se encontraba en la pista.
La TSA se ha defendido a través de su portavoz, Jon Allen, quien ha asegurado que "la decisión de no permitir el vuelo de ambos pasajeros fue hecha por la aerolínea, no por la TSA". "Nosotros les revisamos y fueron aprobados para volar", ha precisado.
Por su parte, la compañía aérea Atlantic Southeast Airlines emitió un escueto comunicado sobre el incidente en el que señala que "el avión regresó a la puerta de embarque para permitir revisiones adicionales del pasajero y su acompañante".