Señores — Hace pocos días, los jóvenes republicanos de Manhattan convocamos nuestra primera reunión del 2014 y la verdad es que siempre me gusta subrayar lo mismo: qué diferencia brutal hay entre los jóvenes republicanos de Manhattan y las asociaciones de derechas y “libegales” en España. Lejos del amiguismo tan absurdo y endogámico que se da en los países latinos y mediterráneos como España, aquí la gente le gusta mucho discutir sobre tus ideas y muchas veces con franqueza o al menos con una dureza sin jamás perder la tolerancia ni mucho menos “ofenderse” si les llevas la contraria. Aquí, criticar una idea no equivale a mentarle la madre a alguien como sí ocurre en España. Todos los meses nos reunimos para tratar sobre diversos temas de actualidad y luego elegimos un bar para conocer a gente afin que sea nueva a nuestra asociación. En general tenemos opiniones distintas sobre locales, pero yo soy un hijo del patricio “Upper East Side” así que siempre elijo el mismo local aquí cuando me toca elegir. Otros son más bien hijos del “Upper West Side” (pues es lógico en el caso de los judíos en Manhattan). En cuanto a las ideas, pues por suerte no hay “libertarianos” en nuestra asociación porque aquí en Estados Unidos tienen la decencia de saber perfectamente distinguir entre los “libertarians” y los que somos liberales en lo económico pero “estatistas” y creemos en el orden y en un gobierno nacional fuerte. Aquí no se da la estupidez absurda que hay en España donde gente que es totalmente anarco-capitalista o “libertarian” intenta hacerse pasar por liberales a secas. Y, cómo no, no podía ser de otra forma, podéis ver en una de las fotos que adjunto que nosotros apoyamos totalmente los servicios públicos municipales, incluido apoyo total a los bomberos de Nueva York y nuestro apoyo firme a la Policía local que tantas vidas salva sin pisotear los derechos de los ciudadanos, por mucho que los radicales en los márgenes de la izquierda más extrema digan lo contrario. Si se da un caso de abuso policial, los republicanos somos los primeros en poner el grito en el cielo para pedir que esos policías paguen todas las consecuencias previstas en la ley porque nosotros somos, ante todo, gente de orden pero también gente justa en general y cualquier abuso de poder es inaceptable.
En la reunión del pasado jueves, tuve la oportunidad de exponer mis preocupaciones cuando me tocó el turno de la palabra. Esto fue lo que dije:
Señores, estimadas damas, jóvenes, compañeros de derechas: Nosotros tenemos que volver, rápidamente, a ser el partido del empleo y las oportunidades en el mundo para todos los seres humanos que busquen mejorar su situación económica. Los últimos datos dados por Obama y su gobierno solo demuestran la incapacidad de Obama para que la gente vuelva a trabajar a tiempo completo en esta república y también menosprecia los pésimos datos sobre la creación de nuevos empleos. Obama ha usado los datos de empleo como una herramienta para defender ampliar la fecha para que los americanos en el paro de largo duración sigan cobrando el subsidio de paro – estamos hablando de 1,3 millones de norteamericanos. Esta extensión del plazo está costándole a los contribuyentes 6,5 millones de dólares. La Casa Blanca, en su blog, quiso subrayar el progreso económico (sí, sí, pon cara de ironía aquí) y hasta les dio ahora por comparar los datos con la época de Bush, como si eso ahora fuera un punto de referencia para la economía actual.
El paro ha “bajado”, pero también ha bajado el índice de participación en el mercado laboral. Nunca la cifra ha estado tan baja en este país desde los decadentes años 70 demócratas.
Las estadísticas laborales en su informe demuestran que la economía añadió solo 74.000 empleos en diciembre, la cifra más pequeña desde los inicios del año 2011.
El paro también ha bajado en Nueva York un pelín, pero dos ejes de la ciudad en materia de generación de empleos de calidad, la industria inmobiliaria y las finanzas ya han empezado a mostrar señales de decadencia al perder 3.300 empleos en total.
El paro en Nueva York es uno de los más altos de EEUU. De Blasio tendrá que tomar eso en cuenta cuando decida optar por la demagogia y meterse contra los “los malvados” de Wall Street.
Por otra parte, desgraciadamente, la gran tragedia en política exterior de esta época es que Al Qaeda está ganando más y más en el mundo musulmán. Sin que haya un cambio radical en la estrategia actual, América está encaminada para perder DOS guerras: la de Afganistán y la de Irak. Ambos países están bajo un caos total últimamente por culpa de Al Qaeda y el Talibán. Como ya denuncia el libro del secretario en defensa Robert Gates, Obama es culpable de dejación de funciones como Comandante en Jefe. Gates denuncia así en su libro “Deber”: “Mientras me sentaba ahí, pensé: “El Presidente no se fía de su general David Petraeus, no soporta al presidente afgano Hamid Karzai, no cree en su propia estrategia y no considera que esta sea su guerra. Para Obama, todo se resume en un solo interés: salir lo antes posible del conflicto”.
En una victoria altamente simbólica para los terroristas de Al Qaeda, se denunció el pasado día 4 de enero que la ciudad iraquí de Faluya está ahora en manos islamistas. Faluya se conoce como el “cementerio” de los americanos en la propaganda de Al Qaeda.
El día 15 de enero, Al Qaeda cobró mucho terreno en la ciudad de Ramadí, cuando 18 personas fueron asesinadas en sangre fría durante ataques terroristas en todo el país. Ramadi es la capital de la provincia de Anbar, controlada por musulmanes suníes y mucha violencia siguió la invasión americana para liberar ese país.
En Afganistán, puntos de control absolutamente necesarios y vitales para las fuerzas militares occidentales en la provincia sureña de Helmanda fueron cedidoos a los talibanes el día 21 de diciembre de 2013.
El año 2013 también fue testigo de la producción de opio más alta en Afganistán desde hacía décadas. Los ingresos de la droga son claves a la hora de financiar operaciones de Al Qaeda y el Talibán. Un nuevo informe de inteligencia americana publicado a finales de diciembre 2013 pronostica que para el 2017, “cualquier avance de EEUU y sus aliados sufrirá duros reveses”.
En Libia, una milicia islamista asesinó a uno de sus ministros de industria. La Guerra Civil en Siria sigue su curso, y la ONU afirma que la mitad de la población necesita ayuda urgente. Egipto es ahora una dictadura militar, después de un periodo de terror por parte de los hermanos musulmanes y el partido “Libertad y Justicia”.
Mientras tanto, me preocupa la deriva hacia el extremismo que he visto en la Derecha y lo he dicho muchas veces. No me cansaré de repetir que el “Tea Party” es un movimiento nefasto que debe ser extirpado de filas republicanas. Hay que dejar de pensar que palabras tales como “moderación” son palabrotas.
El electorado americano y en otros países occidentales han rechazado masivamente los dogmas que muchos “conservadores de movimiento” dan por sentados. Lo cierto es que la gran mayoría de nuestra población, de nuestros ciudadanos, apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo, está a favor de que el gobierno ayude a los más débiles, rechaza la discriminación por motivos sexuales, raciales, nacionales o religiosos, está a favor de la inmigración (si bien se discute sobre cómo regularla y frenar la ilegal), y en general todos los temas sociales que rechazan hoy en la “ultra” derecha son batallas perdidas para vosotros. NO vamos a regresar a los años 50 del pasado siglo y es absurdo pensar que se pueda frenar el curso de la historia.
La derecha hoy tiene que elegir: ¿Vamos a ser el partido reformista, el partido del empleo y las oportunidades, de la prosperidad, de la riqueza, del poderío masivo en política exterior militar, o vamos a seguir siendo el partido del “no a todo”, el del odio, el de la negación de datos científicos? Yo tengo claro que no quiero jamás formar parte de un movimiento ignorante, reaccionario e intolerante. Nuestros “ancestros” de partido, muchos de ellos multimillonarios patricios aquí mismo en este barrio, habrían sentido asco hacia lo que hoy es el Partido Republicano en muchas partes de EEUU. Ha pasado de ser el partido de la prosperidad, el de las libertades para todos, al partido de 4 extremistas granjeros de Texas. Eso, sencillamente, es inaceptable.
Cuando el Partido Republicano obtuvo sus mejores ventajas fue cuando se dieron cuenta, ya en los años 50, que esas denuncias que hacían de los “enemigos en América” equivalían a una denuncia de América en sí misma. Optaron entonces por intentar solucionar las crisis reales de su época, no las inventadas. Se convirtieron en analistas críticos, moderados, distantes, no “iluminados” denunciando el “fin” de no sé qué o ká.
Esos republicanos antiguos rechazaron el extremismo a favor del centrismo, sustituyendo el purismo con el pragmatismo y el revanchismo con el realismo.
Hoy en día, todo ha cambiado para peor. En vez de análisis, lo que tenemos son publicaciones revanchistas que abogan por el partido sin más, sin ningún sentido crítico. Lejos queda la década de los 80 cuando muchisimos conservadores no tenían problema alguno con criticar algunos aspectos de Ronald Reagan. Ahora todo se reduce a “demócratas malos, nosotros buenos”. Estúpido.
Quiero recomendar el excelentísimo libro (se puede leer en 1 hora o menos) de Sam Tanenhaus. Ayer, cuando me paseaba por el “downtown” de Manhattan, me encontré este excelente libro por el precio de cinco dólares. También conseguí comprarme los tomos originales de la famosa revista “Victoriana”, del siglo XIX, “Harper´s”, ¡firmada y todo! Todo por un precio que considero, para Nueva York, excelente. Esos libros empolvados y decimonónicos que he conseguido tienen un valor de miles de dólares en el mercado y yo los he conseguido por algo menos. Un chollo.
Volviendo al tema principal, en este libro, el autor argumenta que durante 75 años, la Derecha americana sobre todo ha estado dividida entre dos bandos: los realistas que se mueven por el consenso y creemos en la virtud del gobierno, de la existencia del Estado y su poder para ajustarse a condiciones cambiantes y los revanchistas de movimiento que no se fían un pelo del Gobierno, de ningún gobierno y tampoco de la sociedad — muchas veces se encuentran en guerra hasta con su propio país, como podemos ver en el caso del PP en España y su brutal campaña en el exterior contra las energías renovables y otras cosas que podrían beneficiar a España. Los revanchistas han ganado de momento y el resultado es ese conservadurismo decadente, odioso, gritón del que somos testigos hoy en día.
El autor dice que América necesita derechistas liberales, pragmáticos que entienden el papel real de la derecha — no es imponer una ideología estrechísima sino dialogar con los progresistas, con la izquierda, tener un debate muy serio, desde el respeto con el fin de promover la política de la estabilidad de nuestras instituciones. En su epílogo, el autor habla del movimiento “Tea Party” y ofrece una hoja de ruta para los que somos moderados y no queremos a esos indeseables fascistoides en nuestro movimiento liberal. Tengo esperanza, pues las estadísticas no mienten. Cada vez más, los jóvenes republicanos están rechazando el extremismo de los revanchistas histéricos. ¿Quiénes están dirigiendo este cambio? Nada más y nada menos que los jóvenes republicanos de Manhattan, muy mal vistos en el EEUU sureño y rural porque somos un grupo multiracial, multiétnico, multi-religioso (tenemos hasta musulmanes en nuestra asociación y no tenemos problema alguno con ellos) mientras que el “Tea Party” es cada vez más mayor e irrelevante.
Lo cierto es que la Derecha NO VA A GANAR elecciones si sigue siendo una marea de caras europeas y varones de clase alta. Tenemos que ser una opción atractiva para todos, abiertos al mundo, dejar los dogmas del pasado y abrir el camino hacia la victoria.
Muchas gracias.
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Una fiesta electoral en Wall Street cuando ganaron los republicanos en el Senado de Nueva York.
Con los servicios públicos, con los trabajadores municipales, los funcionarios.
Relajadas.