REENCUENTRO, ilustración de Marta Virseda García
Una fatiga repentina tomó posesión de todos sus miembros y no tuvo más remedio que sentarse un momento, sofocada. Con el incidente del pajarillo había olvidado sus prisas por llegar a casa. Tenía que encender la chimenea. De esas cosas siempre se encargaba Ramón, pero hacía dos años ya que su único y gran amor partió de este mundo. A ella siempre le quedó el consuelo de oírle decir, la última noche, que había sido un hombre feliz.
Desde el parque podía ver la casa, con sus grandes ventanas y la hermosa verja blanca, pero no se encontraba con fuerzas para recorrer la distancia que la separaba de ella. Mientras, la lluvia no cesaba. Sintió una invasión extraña, como si cada hueso se le fuera convirtiendo en hielo, y todo dolor la abandonase.
Reencontrarse con el pájaro azul fue como resucitar la flauta mágica de su infancia. En su memoria se destapó un universo de imágenes mucho tiempo encerradas. Se palpó el cabello, buscando los preciosos rizos que ya solo existían como fantasmas en la orilla de sus sienes y en las fotos cuarteadas de los viejos álbumes. Había una fotografía, solamente una, donde aparecía el pájaro azul. Aguzando la vista, podía verse allí, montado en su cabeza. A su madre le costó intentarlo una y otra vez durante días, pero al final obtuvo aquella instantánea. Ella estaba lindísima con su vestido corto y sus zapatillas rosas, detrás se veían los caminitos blancos de piedras entre la hierba nueva, era un día de primavera lleno de luz y arena con garabatos tiernos.
Entornó los párpados y sonrió. Permaneció allí sentada, como una sonámbula, viajando hacia atrás en el tiempo, liberando recuerdos cada vez más antiguos. Un misterioso sombrero cantor se deslizó entre ellos, llenando el mundo de música. En su memoria dejó de llover agua, y llovieron palabras; se escucharon risas, dulces y lejanas… cesó el viento. La noche se perdió en un oscuro silencio.
Mariaje López (El mundo de la línea infinita) Ilustraciones de Marta Virseda García. M.A.R. Editor.