más amargas
bajo el sol
y el re-sol... Campesinas,
ciudadanas y marinas,
marineras (de Triana).
Los cantares
que acompañan
de toneles y alfares
la labor...
Y el vareo de olivares
al compás de los cantares
del amor.
"Tú cogiendo aceituna,
yo vareando,
de ramito en ramito
te voy mirando"
(...)
Ya ves la escena...
Nadie la imaginara
más hechicera,
más verdadera,
ni la cantara
más dulce y clara...
¡Turina!
Tú ves cómo se ilumina
la vida con la canción...
A tu vida peregrina,
¡gran Turina!,
queda el son.