Rómulo Cúneo-Vidal. España. Impresiones de un sudamericano (1910)
Aquí el alma española, sometida a ruda prueba, adquirió tenacidad indomable y, al sentirse en su ley, se lanzó por esos mundo a conquistar naciones.Han transcurrido siglos y, no obstante, perdura el carácter intenso y fiero de esta extraña ciudad, mitad goda, mitad árabe, tan genuinamente española en su conjunto.El viajero que aspire a recibir la impresión más genuina de España, de esta España gloriosa que dió las carabelas a Colón, que triunfó en Lepanto, que se desangró por dar vida a veinte naciones, hijas de su esfuerzo y de su fe; de esta España que a la postre tenía el derecho de reposarse y se reposa con el rosario en una mano y el cigarrillo en la otra, deberá, sin más, venir a Toledo.