Internet
Publicado: 24/11/2023 02:07 PM
No es un país, es una empresa. El presidente Nicolás Maduro reiteró ayer que “la trasnacional estadounidense tiene comprado al Gobierno, Congreso y políticos de Guyana”.
En efecto, la naturalización del financiamiento de las empresas para influir en la toma de decisiones políticas ha puesto a los Gobiernos a tomar medidas que van por encima de los intereses de sus Pueblos. En términos generales, el lobby es una forma de obtener ayuda del sector público a cambio de dinero, un tipo de corrupción aceptada y legalizada.
Teniendo en cuenta esta forma de hacer política a favor de los intereses de una empresa, el nuevo contrato de la Exxon Mobil redimensiona las relaciones con el actual gobierno de Guyana, pues se contó esta vez con «colaboración» de miembros del The Cormac Group y Otto Reich Associates que ya han trabajado en ese país desde el último proceso electoral a través de un grupo fachada y cercano al Partido Progresista del Pueblo – Cívico de Guyana, logrando persuadir a algunos republicanos y a otros congresistas estadounidenses sobre el apoyo al presidente guyanés, Irfaan Ali.
Vale agregar que entre los clientes de The Cormac Group se encuentra la organización no gubernamental Venezuelan American Alliance, conformada por venezolanos que residen en EEUU y que a través de personajes como Carlos Vecchio, promueven las iniciativas de Washington para quebrar al chavismo.
Además, se detalló en el contrato firmado entre Exxon Mobil y el gobierno de Guyana que The Cormac Group y la consultora Otto Reich Associates supervisarán las actividades relacionadas con ese compromiso, de la mano con la Embajada de Guyana en Washington.
Ahora bien, en una investigación documental que realizó el portal web Misión Verdad, llamado “Conexiones y figuras de la empresa de lobby contratada por Guyana en EEUU” publicado el 22 de enero de 2021 se detalló que Otto Reich se desempeñó en la administración Ronald Reagan como administrador adjunto de la Agencia para el Desarrollo Internacional(AID), luego como el primer director de la Oficina de Diplomacia Pública para América Latina y el Caribedel Departamento de Estado y finalmente como embajador en Venezuela.
El portal explicó que “Reich es pagado por varias corporaciones para participar en el lobby financiero y petrolero sobre los intereses económicos y políticos en Guyana y más en específico con el territorio en disputa con Venezuela” y añadió que “el año pasado laCorporación Financiera Internacional para el Desarrollo de EEUU estuvo en ese país para discutir oportunidades de inversión y cooperación de seguridad en la región, en la que su director ejecutivo Adam Boehler, enfatizó que debían actuar rápidamente con las inversiones petroleras”.
Ante esas acciones y las que vemos hoy en día, no es difícil pensar que esa urgencia de inversión tenga relación con las posibles presiones de la amplia comisión de Guyana en el marco de la reciente sentencia de laCorte Internacional de Justicia(CIJ) sobre la controversia con Venezuela sobre el territorio Esequibo.
También el portal Misión Verdad confirmó la participación de la embajadora Elizabeth Harper, que “aparece firmando el contrato con The Cormac Group y estuvo acompañada de la firma de abogados Foley Hoag que en 2018 se retiró como asesor de Venezuela en el caso de arbitraje de Crystallex”.
Hay que tener en cuenta que EEUU no ha dejado de prestar atención al Esequibo y así lo reveló el informe de 2006 del entonces embajador de estadounidense en Guyana, Roland Bullen y publicado por el portal WikiLeaks titulado «La disputa fronteriza de Venezuela-Guyana eclipsa el desarrollo económico y la cooperación regional».
No podemos olvidar que cuando los voceros de EEUU hablan de desarrollo económico en la zona, es en realidad al suyo y cuando se trata de cooperación regional se refieren a tratos ventajosos.
En resumidas cuentas, se hace evidente que el gobierno guyanés ha puesto en venta su país a la Exxon Mobil, sin importarle las actividades ilegales que para ello deban hacer, es por esto que irrespetan los acuerdos previos con la disputa territorial con nuestro país.
AMELYREN BASABE/