De esta forma, el argumento de la película parte del viaje aéreo frustrado por la famosa erupción del volcán Eyjafjallajökull que tuvo lugar en el año 2010. En ese vuelo cancelado coinciden Valérie y Alain, y justo desde ese momento comenzarán las desventuras para ambos. A pesar del odio mutuo que se profesan, deciden emprender camino juntos, hasta Corfú, Grecia, lugar donde se celebra el enlace de su joven hija. Por tanto, la película se centrará en los infortunios y las adversidades que vivirán ambos en ese largo desplazamiento de más de 2000 kms que separan Alemania del mediterráneo.
Al tratarse de una road movie, aparecen varios personajes que se van cruzando con nuestros protagonistas. Desde el comienzo en coche hasta los distintos altos en el camino se desencadenarán diferentes sucesos que colocarán a la ex-pareja en situaciones límites. En el transcurso del film tendrán lugar trágicos acontecimientos, peleas inesperadas o hará acto de presencia algún que otro perturbado, todo aderezado con varios paisajes realmente bellos y siempre con la intención de provocar la carcajada en el espectador. El problema viene cuando algunas de esas escenas se quedan en un simple gag que ni da risa ni siquiera te saca una leve sonrisa. Cierto es que en algunos momentos logran el propósito de hacer reír, pero sin llegar a la altura de otras comedias. Sin embargo, esta película puede despertar la simpatía de aquel que decida verla, siempre y cuando tenga en cuenta que es un film sin una trama enrevesada, sin un argumento complicado, que se conforma con entretener.
Una comedia un tanto insulsa, sí, tiene algunos momentos y personajes bastante irrisorios, como Ezéchiel, ese apasionado y esuizofrénico católico, pero no deja de ser un film lleno de tópicos y exageración por doquier, donde las situaciones cómicas, además de ser previsibles, están metidas con calzador. No obstante, entretiene, algo es algo.
5/10