Ezequiel Mosquera es un ciclista que se lo trabaja a muerte para ganar, pero siempre queda segundo. Le pasa como a Cadel Evans. Pero hoy, todo ha sido de otra manera: se lo ha trabajado y, además, ha sido capaz de ganar a Vicenzo Nibali, del Liquigas, que no lo hace un cojo.
Me gustaría, primero, felicitar tanto a Ezequiel, a Álvaro Pino y al resto del equipo por haberlo conseguido, ya era hora de que Ezequiel dejara de ser segundo. Mosquera es, posiblemente y junto a Pino, el ciclista más agradable de toda Galicia, y desde luego que se merecía esta victoria. Todos los que hemos estado viendo la etapa de hoy con final en la Bola del Mundo, hemos estado en tensión desde que Mosquera se marchó, y, cuando Nibali lo cogió, no cabe duda de que teníamos miedo de que el italiano del Liquigas le atacara y Mosquera no pudiera seguirlo.
Me hubiera parecido una aunténtica "gili..." que Nibali hubiera atacado para que Ezequiel no le siguiera. No digo esto porque sea español (que también), sino porque reitero que Ezequiel y el equipo se merece una victoria como la de la Bola del Mundo, una subida increíble.
Felicidades a todo el Xacobeo-Galicia.