FABIOGRAFÍA. Biografía de FABIO MCNAMARA

Publicado el 29 abril 2014 por Lalolash

Portada del libro.

Escrita por Mario Vaquerizo.
De todos es sabido lo fan que soy de Alaska. De siempre. Ahora también soy fan de Mario. Ya me leí en su momento su anterior libro "Haciendo majaradas, diciendo tonterías", que me divirtió muchísimo. No hice comentario en el blog. Una pena. Estaba en mi etapa de vaguerío blogueril y una, si quiere mantener el glamour, a veces no llega a todo.
El caso es que coincido bastante con los gustos musicales de ambos, con sus gustos estéticos y del arte y con sus razonamientos y manera de ver el mundo. Vamos, que soy fan y punto. Y si Mario saca un libro, yo voy y lo leo.
De Fabio Mcnamara conocía lo que todos; que si icono de la Movida, artista polifacético... y esa imagen suya cantando con Pedro Almodóvar en los ochenta. Hasta ahí.

Fabio y Mario por Juan Gatti.


Como os podéis imaginar, el libro sin ser una obra maestra de la literatura, es un reflejo creo yo, bastante real de una parte de la vida de Fabio que resulta cuanto menos curiosa.
Y digo una parte porque me ha llamado mucho la atención que no comenta nada de su vida sentimental; si ha estado enamorado, si estuvo saliendo con alguien de manera continuada... Ni siquiera cuenta algún encuentro sexual esporádico. Que haberlo, tuvo que haber. Nada concreto en el terreno sentimental o sexual mas que alguna referencia velada que no sé muy bien como interpretar. ¡Con lo importantes que son los temas del corazón!

Alaska, Almodóvar y Fabio.

Con el tema de las drogas, sin embargo, sí que es más que claro. Sus entradas, sus salidas, sus subidas y bajadas. Todo en primera persona y sin involucrar ni culpar a nadie. Hasta que al final consigue recuperarse gracias a su fe en Dios y en la Virgen. Eso dice él. Pero después de alguna situación límite que otra, algo de voluntad y empeño ya habría puesto de su parte. Digo yo.

Lady Warhol. Año 2014.

Pero sin duda, lo que más me ha gustado es descubrir la persona única que es. Original, sin seguir ni imitar a nadie (salvo a la Bowie y a la Alice Cooper que son totales). Única en sus expresiones, en sus ocurrencias, en sus modelos, sus reflexiones, en su sentido del humor, de la estética, en sus composiciones, sus escritos... todo en él es demasiado para poder juzgarlo y entenderlo si no le conoces en profundidad como dice Mario.
Y ya, lo que me ha dejado loca es la manera de vivir de él y de amigos y conocidos suyos, en casa Costus, con Tino Casal... sin ataduras, libremente y dando rienda suelta a la creatividad en todos los campos; podía ser la pintura como la música o el cine y siempre la estética, la pose y el modelazo. Y en el caso de Fabio, todo sin pretensiones. Eso es lo que le hace especial y único.
Y luego hubo alguien que llamó a eso y a otras cosas la Movida.
Respecto al concepto de la Movida, transcribo las palabras de Fabio en las que deja muy clarita su opinión. Opinión, según mi criterio, altamente cualificada.

Vampiruja. Año 2011.

"Mis declaraciones en la inauguración de la exposición de la Movida en 2006 fueron, como siempre, de broma, y muchos de los de la Movida como que se enfadaron porque dije que todos eran unos progres. Desde aquí les pido perdón, pero no por decir que eran así, sino por decir que eran de la Movida, porque los que se ofendieron nunca formaron parte de nuestro entorno, que fue la verdadera Movida. Porque todos los que son realmente mis amigos me conocen de sobra -y yo a ellos-, y es con ellos con los que hice las cosas más increíbles.

Recuerdo que una vez alguien dijo que nunca estuvimos preparados para ser superestrellas, que la gracia estuvo en esa espontaneidad y miserabilidad. Y yo a quien lo dijo le digo que nosotros de miserables y de miseria no teníamos nada. Desgraciadamente, la miseria es otra cosa. Es estar muerto de hambre, estar pidiendo por la calle, tener cuatro hijos y estar en el paro y no tener un duro; eso es verdaderamente triste, eso es la miseria. Además, el que lo dijo es una inculta porque ¿se refería a que éramos unos miserables? Para nada. Y si quiere decir que vivíamos en la miseria, tampoco. Teníamos casa. Éramos estrellas, artistas. Que la gente nos tuviera envidia, eso sí. Si es que era todo lo contrario: era luxury y divinidad. Y más que espontáneos fuimos auténticos. No éramos unos falsos, no éramos postizas, no nos inventaron, no nos dio cuerda nadie; nos la dimos nosotros mismos. Siempre fuimos dueños de nuestro cuerpo, mente y espíritu y nadie nos dirigió ni nos comieron el coco. A mí nadie me manipuló ni nadie me engañó, porque siempre he tenido algo que me dio Dios: sabiduría y ojo clínico. Ojo clínico para ver cómo te queda ese tinte o este pelucón. Ojo clínico verdadero."

Además de una biografía personal es un testimonio de una manera de hacer las cosas durante un tiempo que nos sigue y seguirá influyendo. ¡Viva el glam!

Topacio en su galería de arte, la Fresh Gallery
con cuadros de Fabio.

Y por si fuera poco, la edición del libro me encanta. Tiene un montón de fotos de varios momentos de la vida de Fabio y de sus cuadros. No tienen desperdicio. La cubierta diseñada por Juan Gatti es lo más. Que como dice Mario, solo sabe hacer obras de arte. Y aprovechando la circunstancia, os recomiendo que os leáis la entrada que hice sobre Juan Gatti y otra sobre una expo que hizo hace un tiempo en Madrid y que os hagáis seguidores de su Instagram que es toda una muestra de arte, glamour y buen gusto. Eso si antes no le vuelven a censurar la cuenta, que no sería la primera vez que le pasase.
Al margen de todo esto y para los que leísteis una entrada reciente de esas de desahogo mías: El caos de mis lecturas, ya habéis comprobado que no tengo remedio ni solución. Mi caos aumenta y preveo que no voy a hacer nada para solucionarlo. ¿Cuál será mi próximo impulso?