Durante mucho tiempo fuimos bombardeados desde las “cavernas del marketing” con imágenes e información de este juego del que, por experiencias anteriores, no esperábamos una revolución. En este análisis comprobamos que Peter Molyneux y el resto de creativos se han vuelto a quedar a las puertas de algo grande. Muy buenas ideas, momentos memorables pero una sensación de que se han quedado más o menos en el mismo punto en el que se quedaron en el anterior Fable. Veamos por qué.
Fable 3 / Lionhead / Xbox 360 y PC
Tú decides la historia
50 años después de los sucesos acaecidos en el anterior Fable, el reino dejado por el último héroe de Albion, ya muerto, ha caído en manos de Logan: el tiránico hermano mayor del nuevo héroe. Al igual que en la entrega anterior, la historia de nuestro héroe (o heroína), arranca de manera brutal. Con un golpe directo al corazón en el que tendremos que elegir quién vivirá y quién morirá a manos de nuestro malvado hermano y regente de Albion. A partir de ahí la historia se diluye un poco repuntando en algunos momentos de la historia. Historia que comenzamos ya de adulto y no en la niñez como se hizo en la entrega anterior.
El tío del abrigo de bisonte eres tú.
La Gesta
Por un lado están las misiones secundarias, en general mucho más cuidadas y con más entidad propia que en la segunda entrega. Destacan el retorno de algunos personajes conocidos como los hermanos Max y Sam1, cuya segunda misión es realmente divertida, la “pitonisa” Theresa y, por supuesto, Reaver. En general las misiones estarán llenas de humor.
Incluso hay un momento de autocrítica en cierta misión llamada “El Juego” donde seremos invitados a una curiosa partida de Rol en Vivo con nuestro héroe como protagonista forzoso y dónde escucharemos una frase que no sin ironía dice: “¿Qué basura de juego te deja derrotar al villano de un solo golpe?” Por supuesto en clara referencia al final de Fable II con el cual acabábamos de un solo disparo con el enemigo final. Pero la historia principal también tiene sus momentos, como por ejemplo cuando llegamos a Aurora y debemos salvar a nuestro compañero de un mal primigenio, simplemente un momento delicioso. Pero no todo es tan bonito, nos hartaremos de hacer de mensajero o de llevar recados cada vez que queramos establecer una relación de amistad o amor con algún habitante. La primera vez hace gracia, pero se vuelve pesado hasta la náusea.
¿Qué hay de nuevo Peter?
Aunque mantiene gran parte de la herencia del anterior, del que prácticamente es un calco, en esta entrega se pierden varios detalles, algunos de gran importancia. Se ha perdido libertad en el establecimiento de las relaciones con los habitantes de Albion. Pese a mejorarse las relaciones (ya no seremos amados de manera tan generalizada y fácil), se han simplificado en demasía. No tendremos nada más que 4 opciones a realizar con un habitante que irán cambiando de manera aleatoria. Ejemplo: si abrazamos, la opción siguiente puede ser hacer cosquillas y luego hacer palmitas, es decir, no elegiremos la acción a realizar, sólo podremos elegir el grupo de interacción a ejecutar (amistad, broma, amenaza, etcétera). Este cambio no es determinante y al final no influye demasiado en la jugabilidad, simplemente deja una sensación agría en cuanto a la libertad de acciones.
La Resistencia
Sin embargo, el cambio más drástico se produce en el inventario y su gestión. No habrá inventario de armas, vestuario, tatuajes, peinados, etcétera, sino que tendremos acceso al llamado Refugio del Héroe que hará de interfaz para revisar estos objetos y cambiar el armamento o el aspecto del héroe. Sí, esto añade realismo, pero hace la gestión muy lenta. Es más práctico un inventario tradicional como el que llevan el resto de juegos de rol. Al final esto se convierte en un sin sentido teniendo en cuenta que, si se quiere realismo: ¿por qué todos los cofres, que no están cerrados con llave, están repletos de tesoros? ¿Es que el resto de habitantes de Albion son idiotas y no los abren? Llevaremos diferentes pociones pero sólo un tipo de comida. O zanahorias, o pasteles, o apios, o carne, etcétera, pero nunca todo a la vez. Además, no tendremos opción de tomarla cuando queramos sino cuando nos bajen la energía durante la batalla (barra que, por cierto, no se ve) o cuando la compremos.
Pero también hay mejoras, como la gestión inmobiliaria y el comercio que siguen estando presentes pero con una interfaz muy mejorada. Podremos gestionar todos nuestro inmuebles y tiendas desde un mapa esquemático de Albion accesible desde nuestro Refugio de Héroe. Además dicho mapa nos permitirá viajar de manera rápida entre zonas (toma realismo Peter).
En general, se han añadido detalles para hacerlo más “realista” como lo de quitar la barra y tal. Pero la esencia se mantiene con los conceptos básicos de relaciones, familia, amor, odio y el perrete que te acompaña (al cual le podremos cambiar la raza).
Técnicamente hablando…
Los gráficos son resultones siguiendo la estela del anterior. Se mejoran cosas como el agua, reflejos, luces y el detalle y modelado de los enemigos (Los Huecos están muy currados) pero se mantiene la uniformidad en los modelos de los habitantes de Albion haciendo bastante difícil distinguir un habitante de otro a primera vista, vamos, que puede llegar el caso de que no distingas con quién te habías casado.
El hermano malo.
Lo que más destaca, y no por bueno precisamente, son los continuos problemas técnicos. Gente congelada que te acompaña de la mano, trabajadores que transportan cajas invisibles y los molestos parones debido a bajada del framerate en diversos momentos. En general, técnicamente supera a su predecesor pero no deja de ser bastante normalito tirando a regular debido a los bugs mencionados.
En cuanto a la música no hay nada malo que se pueda decir de estas bellas composiciones musicales. Continúa con melodías similares a la anterior entrega acompañándonos por los diferentes estadios de nuestra aventura de manera eficaz. El sonido es realmente bueno, destacando las voces de monstruos y de “ese mal” primigenio que, en cierto momento en Aurora, llega a acongojar bastante. Y por supuesto, hay que hablar del doblaje que luce bien pero que, desgraciadamente, esta vez no tenemos acceso al doblaje original donde tenemos a actores de la talla de John Cleese o Stephen Fry.
En resumen
Un juego técnicamente aceptable. Con misiones secundarias divertidas y con un montón de secretos por descubrir entre llaves, puertas doradas, enanos cabrones (que sustituyen a las gárgolas mal habladas del anterior) y un porrón de cofres. Tras acabar la corta campaña principal, aparecen un par de misiones interesantes pero, tras 15 o 20 minutos que se tardan en completar todo se vuelve monótono, vamos, que al final lo que mola es que el reino esté en peligro, pues una vez salvado, poco más queda por hacer en un juego, en general, bastante facilón y para públicos poco exigentes.
El juego está disponible en Xbox360 siendo posible adquirir una versión coleccionista (sí, a estas alturas sigue siendo posible) que viene con una moneda del gremio, una baraja de cartas, unos elementos descargables para el juego y una caja que simula un libro. La versión de PC se ha hecho bastante de esperar y saldrá a finales de este mes de Mayo.
Puntuación: Del montón