Aunque se abandonó hacia 1.863, aquí no acabó la leyenda de la fábrica de vidrio. Algunos agalloneros (vecinos de Tamajón) afirman que oyeron la historia de sus abuelos, que a su vez lo escucharon de sus padres y ofrecen datos (difíciles de comprobar) para reafirmar que es historia y no leyenda.
Al principio compraban la plata y, con los troqueles adecuados, fabricaban duros de plata pura (al 100%), de excelente calidad y perfección. El beneficio por unidad apenas llegaba a las 2 pesetas por duro, y eso sin contar la mano de obra. Por ello decidieron comprar el mineral (que se perdía en las minas) para obtener ellos mismo el metal y bajaron la proporción de plata (hay quien dice que los hicieron de plomo con una capa de plata). La rentabilidad subió, pero aumentaron los riesgos.
¿Historia ó leyenda? Que el lector saque sus propias conclusiones.
Lar-ami
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