La fama de los antiguos aceros toledanos radicaba en la maestría con que los artesanos manejaban el arte de templar el acero sin conocimiento técnico alguno, ni instrumento capaz de medir remotamente las elevadas temperaturas aplicadas al acero en esta mágica transformación y tratamiento.
Esta habilidad y maestría, "SECRETO DEL TEMPLE", ha sido guardada muy celosamente por todos los maestros espaderos de Toledo siendo transmitida únicamente de generación en generación hasta nuestros días, pudiendo afirmar por ello que el "Acero de Toledo" es único en el mundo.