Hace poco más de un año Facebook tocaba la simbólica campana en la apertura del Nasdaq. Los títulos arrancaron a 38 dólares por acción, un arranque histórico, coincidieron entonces los analistas.
Pero el dulce sabor de la gloria duró poco. Los inversores recularon y las acciones empezaron a perder valor. La caída –salvo algunos picos aislados- fue constante y los títulos llegaron a cotizar a la mitad del valor del día inaugural (hasta 17,55 dólares por acción).
Cuando empezaban a resonar los tambores de una posible segunda burbuja puntocom la compañía dio un golpe sobre la mesa con la presentación de sus últimos resultados fiscales.
Los ingresos de 1.813 millones de dólares y los beneficios de 333 millones de dólares (el doble que hace un año) sorprendieron a analistas y mercados. Los más escépticos vieron un crecimiento del 51% en la cifra de usuarios activos mensuales y la escalada del 41% en los ingresos de publicidad móvil.
Desde entonces la travesía bursátil de Zuckerberg ha sido una escalada.
Las acciones cotizan ahora a 40,55 dólares por acción, superando el récord del estreno sobre el parqué. La confianza de los inversores se ve reforzada al tratarse de un crecimiento pausado y sólido.
La red social ha demostrado llegar a tiempo a la era móvil y conseguir monetizar su negocio en las pequeñas pantallas. El rediseño del Timeline y la mejora de los productos publicitarios le están catapultando a la cima.
Facebook toma la delantera en un segmento en el que otros (incluso el invencible Google, como mostraron los últimos resultados) suspenden. - Siliconnews.