Son obsesivos: quien no comparte todas las ideas de los progres es un facha. Los progres son los biempensante que se creen progresistas, pero en realidad son reaccionarios que no toleran ideas diferentes.
Progres que le llaman fachas a los verdaderos progresistas, que desean el progreso tanto suyo como de los demás al defender la creación de riqueza en las sociedades democráticas.
Así que el facha, para el progre, es quien lucha por un ideal que no es necesariamente ser más rico, sino crear, ver cómo fructifican sus iniciativas para el bien propio, pero como consecuencia, para el ajeno.
El progre actual no quiere crear, sino repartir la riqueza existente. Una vez distribuida, y con el emprendedor desanimado, ya no hay quien genere prosperidad y la multiplique para que llegue al máximo número de ciudadanos.
Los creadores, desencantados y con su creatividad cercenada, son los peores fachas para los progres y deben ser castigarlos con la picota y la humillación pública. ¡Este es un facha!, denuncian públicamente.
Este pensamiento domina hoy buena parte de la sociedad española, en Podemos y sus adheridos, en la amplia parte podemizada –no todo el partido—del PSOE, en los extremismos anarquistas como la CUP catalana o los marxistas-leninistas del Bildu vasco y en las televisiones progres.
Y se unen a los grupos anteriores las derechas catalanas y ocasionalmente vascas que, inclinadas hacia el independentismo, llaman fascistas también a los constitucionalistas.
En Cataluña esa actitud justifica la agresividad “antifacha” de las bandas de matones de los Comités de Defensa Republicana, CDR.
Son estas nuevas bandas de camisas pardas nazis. Aunque, como suelen vestir de negro para acosar a no separatistas, recuerdan más a los camisas negras de Mussolini: ellos sí son los verdaderos, peligrosos, fachas.
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SALAS