Facilitar la investidura

Publicado el 08 agosto 2016 por Jcromero

Al intentar seguir la actualidad observo periodistas exaltados que, ante la propia dificultad para convencer se dedican a gritar, descalificar y poner caras, como estúpidos emoticonos. Les observo y me pregunto si interesa a alguien lo que puedan decir, si sus apelaciones grandilocuentes, entre soflamas y desprecios, incitan al rechazo o a la reflexión. Ignoro si las ideas y las opiniones se devalúan porque no existen, no se exponen o porque no dedicamos tiempo a pensarlas, ya sea para refutarlas, matizarlas o asumirlas y grabarlas en nuestra memoria.

En estos días sigo el debate político con interés y cierta perplejidad. Me incomoda la unanimidad de los chacales, ¡todos a una! Observo lo evidente; la soledad mediática de los socialistas. Es como si se hubiera producido un golpe de Estado mediático. Todos editorializando en la misma dirección, todos poniendo los focos sobre ellos. Desconozco si el coro político y mediático propaga el escepticismo generalizado, la rendición por agotamiento o si concierta la línea argumental bajo la contraseña del cinismo. Hace un año se conoció un informe de la universidad de Oxford, que señalaba a los medios españoles como los menos fiables y los menos creíbles . Ahora, un año después, la desconfianza se hace aún más evidente. ¿Expreso una estupidez al escribir que la democracia se jibariza cada vez que se reduce la pluralidad informativa? Mientras tanto, las cifras de la pobreza y desigualdad señalan que la supuesta recuperación no llega a la gente, que se queda en eso que llaman macroeconomía, en los titulares de prensa y en la palabrería de los discursos complacientes.

Es llamativa la unanimidad de los voceros de la derecha, "jarrones chinos" y otras antiguallas aconsejando lo que tiene que hacer la izquierda para que continúe gobernando la derecha. Y miren, no siendo cómodo poner en tela de juicio las propias convicciones, quien escribe estas líneas, estaría a favor de la claudicación, aunque fuera solo por agotamiento y hartazgo. Si no fuera por la reforma laboral, la ley mordaza, la ley educativa o la reforma fiscal; si no fuera por la corrupción y los dineros negros para pagar sobresueldos, remodelar la sede central y financiar campañas electorales; si no fuera por el aumento de la desigualdad o por el asalto y toma de la tv pública, si no fuera por el desprecio a la Justicia, el abandono de las políticas sociales, el IVA cultural o los martillazos a sus discos duros. Si no fuera por estas y otras razones, tendría la tentación de claudicar y balar, como un miembro más del coro monocorde que repite hasta la extenuación la necesidad de facilitar la investidura, garantizar la gobernabilidad del país y que esta recaiga en Rajoy. Pero resulta que no encuentro mejor razón de Estado que la de recuperar lo perdido con los recortes y acabar con las políticas clasistas e injustas del PP. Por ello, hoy me parece necesario reivindicar el derecho que tienen los socialistas a votar "no".

Disponer de un poderoso aparato propagandístico permite insertar en la sociedad una falsedad con apariencia de verdad. El PP ha ganado las elecciones, repiten machaconamente. Siendo cierto que este partido ha sido el más votado y el que más escaños tiene en el Congreso, ¿realmente ha ganado las elecciones? Si tan evidente fuera el resultado, ¿qué le impide formar gobierno?

Es lunes, escucho a Kenny Barron Gary Bartz Quartet:


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